Tras contraer matrimonio con Nicolás Sarkozy, Carla Bruni deberá abandonar sus actividades musicales y publicitarias para concentrarse en su labor institucional como primera dama francesa. El presidente de la República de Francia y la ex modelo y cantante contrajeron matrimonio el sábado 2 de febrero en el Palacio del Elíseo de París. De ella se dice que iba “radiante” con un vestido blanco; él, en cambio, optó por el negro. La ceremonia fue oficiada por el alcalde del distrito VIII de la capital francesa, François Lebel, quien también difundió la noticia a los medios de comunicación galos. Posteriormente fue confirmada por el Eliseo.
De esta forma, se escribe un nuevo capítulo en esta relación que ha creado una expectante atención en medios de comunicación de todo el mundo desde que se forjara el pasado mes de diciembre. Para Sarkozy, de 53 años, es su tercer matrimonio. El presidente francés tiene tres hijos: Pierre y Jean, de su primera mujer, y Louis, de Cécilia Ciganer, de la que se divorció hace ahora poco más de tres meses. Bruni, por su parte, se estrena en estos menesteres. Era soltera, aunque tiene un hijo, Aurélien, como fruto de una relación anterior con un filósofo.
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La pregunta que se hacen muchos ahora es, ¿cómo afrontará Bruni sus nuevas responsabilidades? Atrás deberían quedar sus conciertos y sus participaciones en anuncios publicitarios. El último de ellos, para Lancia, se emite en medios en la actualidad. El rodaje del spot de televisión se llevó a cabo hace unos meses. Los responsables de la firma automovilística se estarán frotando las manos con los buenos réditos que les está proporcionando la notoriedad de la ya primera dama francesa.