Los militares continuarán estando presentes en las calles chilenas. Así lo ha señalado el presidente electo de Chile, Sebastián Piñera, quien insiste en que este despliegue militar se mantendrá para garantizar el orden.
Piñera, que será nombrado presidente el jueves, dijo que su Gobierno a va a “dejar desplegados los militares, en primer lugar para que garanticen el orden público”. Pero, añadió en una entrevista en la emisora ADN, su labor “debe ir mucho más allá, ya que por esencia son una institución que tiene una serie de herramientas e instrumentos muy apropiados en tiempos de catástrofe”.
“Los militares tienen una logística, un personal capacitado, entrenado y disciplinado. Tienen también un equipamiento [...] que permite recuperar con mucha mayor rapidez la normalidad”, destacó. Asimismo, dijo, “los militares son parte de la sociedad chilena, son tan chilenos como los demás y, por tanto, si pueden ser útiles en una emergencia, no hay ninguna razón para evitar que esa ayuda de parte de los militares llegue”.
El nuevo mandatario chileno adelantó que ampliará “el estado de catástrofe en forma selectiva a aquellas localidades que lo requieren”, ya que además de permitir el uso de la fuerza pública, esta medida le otorga al Estado los instrumentos necesarios para llegar con la ayuda de forma más rápida y oportuna.
Piñera se ha mostrado critico con el gobierno saliente de Michelle Bachelet y lamentó que el Ejecutivo de su antecesora no hubiera decretado el estado de catástrofe el mismo sábado que ocurrió el terremoto, permitiendo así que se cometieran saqueos en las principales ciudades afectadas.
“Lo importante es si era necesario o no pedir la contribución a nuestras Fuerzas Armadas. Creo que sí era necesario, y ahí perdimos 48 horas”, resaltó, cuestionando de paso “cierto prejuicio que manifestó el propio ministro [Sergio] Bitar de no traer a los militares a la calle porque recordaba tiempos pasados”.
Asimismo, criticó la descoordinación mostrada por el Gobierno y la Armada tras el terremoto, al no emitir la alerta de tsunami, lo que dejó numerosas víctimas mortales en las zonas costeras del centro-sur del país.
Por otro lado, Piñera ha anunciado que impulsará una reforma de la Ley de Presupuesto aprobada para este año con el fin de adaptar la distribución del gasto público a las necesidades de reconstrucción planteadas por el terremoto. “Vamos a enviar un proyecto de ley para adecuar el Presupuesto de 2010 a la realidad y a las exigencias que el terremoto y el maremoto han puesto sobre nuestros hombros”, dijo.
El objetivo de esta iniciativa es reordenar el reparto entre los distintos ministerios para optimizar los recursos públicos y financiar las numerosas medidas de emergencia para la reconstrucción de las regiones afectadas.
Por su parte, el Secretario General de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, ha anunciado que el gobierno chileno y la ONU acordaron crear un grupo de trabajo para identificar las necesidades más urgentes de la población afectada por el terremoto.
Ban dijo que la decisión se tomó durante su visita al país sudamericano en la reunión que sostuvo con el presidente electo y miembros de su gabinete.
“Hay diversas áreas en que el gobierno chileno quiere contar con apoyo específico de la comunidad internacional”, señaló Ban. El Secretario General agregó que el grupo de trabajo también determinará las necesidades a más largo plazo.
Ban visitó las áreas más afectadas por el tsunami en Concepción, acompañado por el ministro de Relaciones Exteriores y altos funcionarios de la ONU.
Durante su estancia en Chile, se reunió también con la presidenta saliente Michelle Bachelet y dijo que le alienta la cooperación entre ella y el mandatario electo.