Como si de un ordenador el Logroñés CF necesita reiniciarse. Lo tiene que hacer después de quedarse 'colgado' este domingo en Las Gaunas y contra pronóstico frente al Lemona. El bloque cementero puso fin a la extraordinaria reacción de los de Rafa Saéz que no perdían desde el 9 de diciembre (Conquense, 2-1) y que, desde esa fecha, habían sumado trece de los quince puntos disputados.
El tropiezo deja al Logroñés CF como el quinto mejor equipo de la segunda vuelta con seis puntos, cuatro goles a favor y tres en contra. Después de tres partidos sólo han sumado todo lo que han jugado el Barakaldo y el Zamora y, además de ellos, el Conquense tampoco conoce la derrota en la segunda mitad de la liga (dos triunfos y un empate).
El tropiezo doméstico ha devuelto a los de Rafa Sáez al puesto de promoción pero, afortunadamente para el futuro del equipo, el punto de inflexión ya se ha producido después de cinco semanas invicto. Además el calendario es 'benévolo' para los rojiblancos que podrían perfilar su opciones de futuro en el próximo mes ya que tres de los cuatro próximos partidos (cuatro de cinco si se mete al filial del Athletic en el saco de 'candidatos al descenso') serán ante rivales directos.
Los más inmediatos son los choques ante el Guijuelo, que con dos puntos más y cuatro derrotas consecutivas ha tenido que cambiar de entrenador en busca de una reacción que no llega, y ante el Club Deportivo Logroñés. Algo más que un partido que podría dejar a uno de los dos equipos logroñeses seriamente 'tocado'.
Después del derbi llegará la hora de jugar ante el Huesca, líder del grupo II, en tierras oscenses como paso previo a los enfrentamientos contra Osasuna B y Bilbao Athletic que acabarán de perfilar el futuro del Logroñés CF en un curso atípico.