Cuadrillas organizadas y 'domingueros' arrasan Moncalvillo en busca de setas

Hasta 500 vehículos podían contarse cada día de la semana pasada en Moncalvillo. La temporada de setas ha arrancado y esta zona de La Rioja es una de las más atractivas para ello. Pero las consecuencias de tanta afición, o ambición, son nefastas.

“La gente sigue subiendo al monte y lo seguirá haciendo durante semanas, hasta que lleguen las primeras heladas”,

señalan los forestales que tienen montados operativos de agentes camuflados por el monte y otros uniformados en la carretera, “cogen menos setas que los primeros días pero seguimos poniendo sanciones, este fin de semana se han puesto cerca de 20”.

Y todo esto teniendo en cuenta que todavía no ha llovido. “Si llueve un poco nacerá una buena población de boletus y la gente subirá como loca”, explican. “Pero lo peor de todo es el desconocimiento, suben al monte sin conocer la normativa, sin informarse, no saben ni cuánto, ni cuándo, ni cómo deben coger las setas”.

SETAS VENENOSAS Y CUADRILLAS ORGANIZADAS

Ese desconocimiento es el que lleva al peligro. “Estamos parando a gente que lleva en sus cestas setas tóxicas, no tienen ni idea de lo que cogen y eso es muy peligroso, hay setas en nuestros montes que incluso pueden ser mortales y la gente coge por coger, por puro desconocimiento, todo lo que van encontrando en su camino”, alertan los agentes forestales.

La mayoría de las personas son aficionados pero hay también cuadrillas organizadas que cogen kilos y kilos de setas para hacer negocio con ellas. “Hemos cogido ya a una cuadrilla pero nos consta que hay otra operando ahora mismo en Moncalvillo”, desvelan, “venden a tiendas y restaurantes, es un auténtico negocio”. También existen otras prácticas con la que los 'seteros' tratan de burlar los controles, desde subir varias veces en un mismo vehículo hasta subir de noche. “Los compañeros que entran de madrugada a trabajar se encuentran con gente cogiendo setas con linternas, es una locura”.

Y en medio de esta vorágine 'setera', el monte queda destrozado. “Las cumbres están ya machacadas y, quien quiere coger boletus, tiene que bajarse por los barrancos y darse una buena paliza”, relata uno de los forestales, “además la gente no tiene ninguna conciencia, dejan todo arrasado e incluso dejan restos de sus almuerzos, hemos encontrado incluso bolsas de basura colgadas de las vallas para el ganado y hemos puesto sanciones por estos motivos”.

Las multas por coger setas van de los 100 a los 1.000 euros pero no parecen suficientes. Los agentes consideran que la única solución sería acotar este monte que pertenece a Santa Coloma, Viguera, Daroca de Rioja y Nestares. “Es lo único que frenará esto, que los Ayuntamientos pongan un coto para sus vecinos y para los visitantes que quieran pagarlo”, explican. Mientras tanto, esos mismos Ayuntamientos siguen recibiendo a diario el fruto de estos controles forestales: las setas requisadas van a parar a los pueblos, que las distribuyen entre sus vecinos.

Los que quieren las setas siguen inventando formas de burlar los controles, los agentes forestales siguen inventando formas de dar con ellos y poner límites y, entre tanto, el monte sigue siendo arrasado. Hoy es lunes, está prohibido coger setas, pero a esta hora se han puesto ya varias sanciones.