La economía de EEUU destruyó 524.000 empleos el pasado mes de diciembre, lo que eleva la factura laboral de 2008 hasta 2,58 millones, la cifra más elevada desde la finalización de la II Guerra Mundial en 1945 y sitúa la tasa de paro en el 7,2%, cuatro décimas por encima del dato revisado de noviembre y su nivel más alto desde 1993, según informó el Departamento de Trabajo.
Durante el pasado mes de diciembre, la cifra de desempleados en EEUU se incrementó en 632.000 personas, hasta los 11,1 millones de parados, mientras que el Departamento de Empleo precisó que desde el inicio de la recesión, en diciembre de 2007, la cifra de personas desempleadas creció en 3,6 millones, elevando en 2,3 puntos porcentuales la tasa de paro.
El presidente electo de EEUU, Barack Obama, ha advertido en repetidas ocasiones de la necesidad de sacar adelante un nuevo plan de estímulos que permita la creación de unos 2,5 millones de empleos, una cantidad similar a la perdida en apenas doce meses por la mayor economía del planeta.
A este respecto, Obama señaló ayer en un discurso pronunciado en la Universidad George Mason que la recesión económica podría “durar años” y el desempleo podría alcanzar dobles dígitos si no se adoptan fuertes medidas, incluyendo un paquete de estímulos cuyo coste será “considerable, aunque necesario” para detener el círculo vicioso en el que se encuentra la economía.