Entre las prioridades señaladas por el Festival de Cine de Málaga, a través de la Jornada “Afirmando los Derechos de la Mujer”, se encuentra el informar de las injusticias que todavía en este siglo siguen sufriendo las mujeres y valorar el trabajo de ellas en la dirección, guión y producción audiovisual “ya que se encuentran infrarepresentadas en la industria cinematográfica”. Sin embargo este objetivo de “crear conciencia y compromiso” parece limitarse a esta sección exclusiva, en la que se aborda la situación de las mujeres de un modo diferenciado, y no una actitud que impregne todo el festival: no hay películas de directoras en la sección Oficial, ni en la sección Zona Cine, ni en la sección La cosecha del año: en ninguna de las secciones más importantes.
Tampoco ha incluido el Festival a las mujeres en sus homenajes: serán reconocidos José Luís Alcaine, Luís Tosar, Isaki Lacuesta, José Luís Borau, entre otros. Ni existe un porcentaje significativo de directoras en el resto de la programación: en videocreación sólo tres directoras de veintiséis trabajos seleccionados, en cortometrajes tres de veintiuno, y en documentales, seis de dieciséis.
Tal vez como dijo Gemma del Corral, directora del área de Igualdad de la mujer del Ayuntamiento de Málaga, en uno de los debates que tuvo lugar dentro del bloque “Afirmando los Derechos de la Mujer”, “si estás jornadas tienen sentido es para que mujeres creadoras tengan su papel en el marco de un festival de cine tan importante”. Porque lo que es evidente es que ese espacio no les corresponde aun en todo el festival, reflejo quizás de lo que sucede en el mundo.
Así, el teatro Albéniz de Málaga se convirtió esta semana en el punto de encuentro de mujeres, que como la corresponsal de TVE Rosa María Calaf o la actriz toledana Mabel Lozano, han querido poner en valor el trabajo de las mujeres en la producción de películas y documentales donde se visualiza las desigualdades, que aún en la actualidad y en el mundo occidental, siguen existiendo en el acceso de oportunidades.
Algunas de las intervenciones y mesas redondas se han centrado en la reivindicación de los plenos derechos de las mujeres en todo el mundo, pero sobre todo en la importancia del papel que juegan los medios y el cine a la hora de inculcar esos valores. Calaf señaló la importancia de los medios como transmisores de modelos que pueden llegar a ser “perjudiciales para los avances que ha conseguido la mujer”.
Y manifestó su apoyo su apoyo a los documentales que se visionarán a lo largo del festival y en los que aparecen mujeres anónimas como protagonistas. Así “Heroínas sin nombre” o “Madres 0.15 el minuto” dan visibilidad a historias que, si no es por la gran pantalla, no podrían conocerse.
Mabel Lozano señalaba que “la mayoría de películas, series o documentales están dirigidos por hombres” y que “somos la mirada ausente en cuanto a cineastas y más aún como productoras”. La actriz presentó el trabajo de la joven productora Penélope Cristóbal, quien ha realizado el cortometraje “Luchadoras”, una mirada al género femenino “de una manera especial y comprometida”. El corto, que ha sido grabado en México, ha sido nominado a los Goya en su última edición y cuenta la realidad actual de las mujeres mexicanas en el ámbito rural y urbano.
Estas jornadas, en las que se incluyen presentaciones, mesas redondas, proyecciones y exposiciones terminarán con la entrega del Premio Especial Yo Dona. Afirmando los Derechos de la Mujer, que en esta edición se concede a la artista Bebe.