El Gobierno de La Rioja cierra la Residencia Iregua y cambia el modelo para los menores tutelados
El Gobierno de La Rioja considera que ese modelo actual de atención a menores tutelados en La Rioja debía modificarse porque se considera que había centros que no garantizaban un ambiente amable, protector en lo físico y en lo emocional. Por eso, desde el 1 de septiembre se ha resuelto el cierre de la Residencia Iregua para cambiar el modelo de protección de menores que acogía en esta fecha a unos 30 menores.
El consejero de Servicios Sociales, Pablo Rubio, ha explicado que Gobierno de La Rioja tiene competencias exclusivas en materia de protección a la infancia. Están unidas a lo que disponen algunos tratados internacionales de Naciones Unidas y la legislación básica del Estado sobre protección a la infancia. Dentro de todas esas normativas y políticas, se encuentra la atención en residencias o centros, el último recurso en respuesta a la infancia, primando siempre el interés del menor y con vocación de que el menor pueda vivir en un entorno próximo y familiar.
Se primará a partir de ahora que los menores permanezcan con sus familias en la medida de lo posible, en hogares de acogida si no es así y, en última instancia, en centros con modelos más familiares, lo que se conoce como pisos tutelados.
El director general de Menores, Pablo González, ha explicado que este cambio de modelo a los menores en acogimiento tanto familiar como residencial responde a la necesidad de ofrecer a los niños, niñas y adolescente un entorno que les facilite la inserción a través de una vida mucho más normalizada.
Por ello se ha apostado por unidades de convivencia de no más de ocho menores de entre 6 y 14 años (en la práctica son unos seis niños y niñas). Se duplica además el ratio de personal que atiende a los menores para una atención más personalizada.
El cierre de la Residencia Iregua ha supuesto la apertura de cuatro pisos con ocho plazas cada uno de ellos y que se suman a los siete que ya había hasta la fecha. Se trata también de eliminar el estigma que supone para los menores vivir en una residencia.
Aumenta la inversión anual en un 32%, 625.000 euros más, con lo que ello significa: contratación de más personal (22 personas) para una mejor atención a los menores. La Rioja es la cuarta comunidad autónoma que cambia de modelo.
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