El Ejecutivo regional incrementará su aportación al Banco de Alimentos hasta llegar a los 25.000 euros, con el fin de apoyar la labor que realiza en favor de los más necesitados a través de la recogida y reparto de alimentos.
Ante la situación de necesidad que está atravesando un buen número de riojanos debido a la dura situación de crisis económica, el Gobierno de La Rioja ha considerado conveniente realizar un esfuerzo especial y aumentar la aportación económica que cada año se concede al Banco de Alimentos.
La asignación del Ejecuto riojano se destinará a sufragar los gastos de conservación, almacenamiento y distribución de los productos donados gratuitamente por diferentes empresas riojanas y que, posteriormente, son repartidos por el Banco de Alimentos a personas en situación de necesidad.
17.000 beneficiarios
Cabe recordar que, cada año, el Banco de Alimentos agradece el esfuerzo de empresas e instituciones que colaboran con la entidad. Precisamente, a finales del pasado mes de diciembre el presidente del Gobierno de La Rioja, Pedro Sanz, presidió el acto de entrega de diplomas ‘Amigos y Alimentos’ que, en esta última edición, reconocieron la cooperación de Conservas Hermanos Celorrio, Kraft Foods España, Comercial Agrícola Rioja S.A. (CARSA), Palacios Alimentación, Transportes Azkar, Grupo Nueva Rioja, Carrefour, Hijo de José Martínez Somalo, Grupo Eroski, Grupo Simple, ConsulRioja, Ayuntamiento de Logroño y Gobierno de La Rioja. Asimismo, se hizo entrega de una placa a Crescencio Aguado Gil como reconocimiento a su larga trayectoria de voluntariado.
Hoy, el consejero Emilio Del Río ha querido recordar las palabras de Pedro Sanz en el mencionado acto, cuando el jefe del Ejecutivo regional aseguró que “es momento de ejercer la solidaridad, que no es dar lo que a uno le sobra, sino compartir lo que uno tiene”. Por ello, el consejero de Presidencia y Justicia ha querido hacer un llamamiento a la sociedad riojana “para que no permanezcamos impasibles ante quienes sufren este tipo de necesidad, que muchas veces se encuentran más cerca de nosotros de lo que pensamos, y juntos, codo a codo, trabajemos para superar esta situación de crisis económica”.
Los primeros bancos de alimentos surgieron en la década de los sesenta en Estados Unidos con el objetivo de recuperar aquellos productos que se desechan a diario, a pesar de encontrarse en óptimas condiciones, y destinarlos al consumo de los más desfavorecidos. Esta red fue ampliándose rápidamente y en 1987 se creó en Barcelona el primer banco de alimentos de España. En 1993 nació la Fundación Bancos de Alimentos de España, con sede en Madrid, integrada en la Federación Europea de Bancos de Alimentos.
El Banco de Alimentos de La Rioja surgió en 2001. En aquella primera edición consiguieron recoger 39 toneladas y, desde entonces, la cifra ha ascendido hasta superar las 800 toneladas en 2011 (860) que se han repartido entre cerca de 17.000 personas a través de alrededor de 140 colectivos.