El tabaco mentolado ha quedado prohibido desde el miércoles pasado en toda la Unión Europea después de que finalizara la moratoria de seis años de la la norma comunitaria que entró en vigor en mayo de 2014.
No se permite la venta de cigarrillos o tabaco de liar con aroma característico porque, según Sanidad, estos sabores y aromas incrementan el atractivo del producto y existe la falsa percepción de que son más saludables o menos dañinos que el resto.
Tanto el Gobierno como el sector estiman que estos productos tienen una cuota de mercado de entre el 2% y el 3% en la Península, llegando al 10% en Canarias. Los cigarrillos electrónicos de sabores no están incluidos en esta orden.
El tabaco mentolado favorece, además, la introducción de nuevos consumidores de tabaco, especialmente jóvenes y dificultan la posibilidad de dejarlo porque el mentol camufla el sabor amargo del tabaco. También es anestésico y capaz de adormecer la boca y la garganta, tapando el el efecto irritante, el picor y la congestión de las vías respiratorias altas originado por el humo.
Además, como el mentor tiene efecto dilatador de los alveolos pulmonares, la absorción de la nicotina del tabacoes más rápido y por tanto, aumenta el efecto adictivo.