El más grande de los grupos que le prestan apoyo de ellos es el grupo Apoyemos a Giampaolo Giuliani y la patente (de invención) por la previsión de los terremotos', al que se han adherido más de 16.700 internautas para manifestar su solidaridad y cercanía al experto.
“No repitamos los errores cometidos con Antonio Meucci, Guglielmo Marconi y todos los demás inventores y científicos italianos que se han visto obligados a huir de nuestra tierra para regalar gloria a otros”, señalan los iniciadores en la descripción del grupo, en la que destacan la importancia que tendría un descubrimiento de este calibre, ya que “prever terremotos significa salvar vidas humanas, recursos económicos, eventuales desastres ambientales”.
Giampaolo Giuliani trabaja para el Laboratorio Nacional del Gran Sasso del Instituto Nacional de Física Nuclear (INFN) y lleva años investigando sobre la previsión de los terremotos a través de la medición del gas radón, cuya presencia en el ambiente podría ser un indicio de la llegada de futuros movimientos sísmicos.
Pocos días antes del terremoto que sacudió la provincia de L'Aquila causando casi 300 muertos, unos mil heridos y más de 65.000 evacuados, Giuliani había predicho el arribo de un fuerte seísmo en la zona.
Primero, lo predijo en Sulmona, otra localidad de la provincia que el 29 de marzo experimentó un seísmo de sólo 3,8 grados de intensidad. Las autoridades sancionaron a Giuliani por haber generado una alarma injustificada entre la población.
Según explicó el mismo Giuliani ante las cámaras de la televisión pública italiana RAI, su sistema de medición también predijo la llegada de otro evento sísmico más fuerte en L'Aquila pocas horas antes del terremoto, razón por la que puso a salvo a su familia. De hecho, la zona llevaba al menos dos meses experimentando temblores de distinta intensidad.