La escalada de violencia que estos días se vive en Gaza es seguida con preocupación desde La Rioja. Fares Khader lleva unos años viviendo en Logroño, pero tiene a su familia allí y sufre con cada noticia que llega: “en Gaza cualquier bombardeo es más difícil que el anterior”.
A raíz de los desalojos ilegales de familias de refugiados palestinos en un barrio de Jerusalén Este, promovidos por colonos, Israel ha comenzado una serie de ataques aéreos que han destruido casas, matado más de cien palestinos y provocado el desplazamiento de miles de personas. “La gente que vive cerca de las fronteras es obligada a dejar sus casas y se convierten en refugiados”. Y es que en Gaza “todas las personas están preparadas para dejar su casa en cualquier momento”.
Fares todavía puede mantener el contacto con su familia a través de internet, pero teme que pueda pasar cualquier cosa. “No permiten entrar alimentos, hay cortes de electricidad, las fronteras están cerradas y nadie puede salir ni entrar”.
Insiste en que “no sólo están en lucha los grupos de resistencia, también los equipos sanitarios, de emergencia, las familias...”. Esto complica enormemente el tratamiento médico de las personas, una situación agravada más si cabe por la pandemia.
“Gaza es la mayor cárcel del mundo”
Esta situación de “desastre, miedo e injusticia” se agrava al tener en cuenta que los musulmanes celebran estos días el fin del Ramadán. Precisamente las primeras chispas de violencia comenzaron con el inicio de esta celebración, cuando las autoridades israelíes en Jerusalén impidieron a los musulmanes celebrar la fiesta en este punto tradicional de la ciudad, como detalla Amnistía Internacional.
De hecho, esta semana se conmemoraba el Eid, la fiesta de ruptura del ayuno, pero no ha podido celebrarse. “He hablado con mi familia para felicitarlos y nadie puede salir de casa. Han robado la fiesta a la gente y la sonrisa a los niños”, lamenta Fares.
Imagen principal: Msdr News 6