Con respeto, con intensidad defensiva, con velocidad, con mucha energía, con calidad individual y colectiva, dejando claro desde el principio quién es el favorito. Así despachó España a Suecia en el Palacio de los Deportes por un estratosférico 93-45. Ver para creer. Sin fisuras, con una agresividad que desconcertó a su rival, el bloque español no tuvo piedad de una Suecia que saltó acomplejada. El triunfo fue tan contundente porque desde el principio las de Lucas Mondelo apretaron los dientes en defensa para resquebrajar en ataque a una Suecia vulnerable, frágil debajo de su canasta y con pocos recursos para atacar a un España lanzada, decidida, ambiciosa y que jugó con varias marchas más que su contrincante.
El 13-4, tras un triple de Alba Torrens, en apenas 3 minutos y media era una declaración de principios del vendaval que iba a sufrir el combinado nórdico. Con el quinteto de gala (Palau, Torrens, Cruz, Nicholls y Lyttle) España exigía demasiado a una Suecia que iba a ser incapaz de anotar con continuidad. El 13-4 fue el principio porque una sucesión de canastas fáciles en transiciones después de robo o captura del rebote defensivo propiciaron que el combinado nacional fuera incrementando su ventaja: 23-10 a los 8 minutos y 17-12 después de dos tiros libres de Laura Gil con los que se ponía el punto y final al primer cuarto.
Si el ritmo anotador de las anfitrionas era espectacular no era menos magnífica la labor defensiva. Pues más sobresaliente sería la actuación de las pupilas de Lucas Mondelo durante los segundos 10 minutos, ya que sólo permitieron 6 puntos en contra. Suecia, incapaz, no sabía ni qué hacer. Sólo Zahui -acabó con 21 puntos- demostró nivel. Los 20 puntos arriba se superaron tras un tiro libre de Sancho Lyttle (minuto 14; 34-14). El +27 llegó después de un triple de Palau (43-16, minuto 17), mientras que una jugada de tiralíneas provocó el escandaloso 49-18 al descanso. Xargay ejecutó desde el triple, pero el mérito hay que dárselo al colectivo.
RELAJACIÓN, PERO UN POQUITO SÓLO
En la segunda parte, como era de esperar, Suecia se soltó un poco, dejó la tensión a un lado y aprovechó ciertos momentos de relajación de España para encajar dos parciales de 0-5 y 0-4 que generaron la llamada al orden de Mondelo con un tiempo muerto: 59-27, minuto 24. Como era de intuir, todo volvió a su cauce cuando el combinado nacional retomó su intensidad y contundencia. Casi sin querer se colocó en una máxima que parecía difícil de superar; +38 (69-31, minuto 29).
Pero con esta España todo es posible. Durante el último período Mondelo insistía, una y otra vez, en no bajar los brazos, en no permitir alegrías a Suecia, en seguir trabajando en ambas partes de la pista, en no abandonarse. La consecuencia fue que se superaron los 40 puntos de ventaja rápidamente: 79-38 (minuto 34). Y las chicas no se quedaron ahí para ir progresivamente aumentando la distancia hasta los 50 (93-43) y concluir el duelo en con un estratosférico 93-45. Demasiado para Suecia; una fiesta para Logroño.
El trámite que deberá jugar España ante Finlandia en noviembre de este año dará por finalizado un Preeuropeo inmaculado. Para entonces, España confía en haber disputado los Juegos Olímpicos -deberá ganarse la plaza este junio-, con esa mentalidad destrozó a Suecia en Logroño porque la victoria, como así sucedió, daba el billete para la cita continental que se disputará en la República Checa el verano de 2017. Será el noveno consecutivo de esta selección. Casi nada.
España: Nicholls (5), Torrens (17), Palau (5), Lyttle (17) y Cruz (13), cinco inicial, Silvia Domínguez (2), Xargay (13), Laura Gil (14), Quevedo (3), Pascua (2), Ouviña y Lo (2).
Suecia: Abdi, Frida Eldebrink (4), Elin Eldebrink (4), Bartholf y Zahui (21), cinco inicial, Ali (2), Astrom (1), Drammeh (9), Massamba (4) y Holmqvist y Ljunggren.
Parciales: 27-12, 22-6 (49-18 al descanso), 20-16 (69-34) 24-11 (93-45 al final).
Árbitros: Sonia Teixeira (Portugal), Walton (Inglaterra) y Ross (Francia).
Incidencias: Más de tres mil personas en el Palacio de los Deportes.