La crisis económica y financiera mundial también amenaza a los avances realizados en la prevención y el tratamiento del SIDA, según advierte un estudio realizado de forma conjunta entre conjunto de ONUSIDA y el Banco Mundial. El informe señala que ya hay ocho países con escasez de antiretrovirales. En ellos viven más del 60% de las personas que reciben ese tratamiento en el mundo.
Por otro lado, en 34 Estados donde vive el 75% de las personas con VIH, se observa el deterioro de los programas de prevención dirigidos a los grupos de riesgo.
El Director Ejecutivo de ONUSIDA, Michel Sidibé, advirtió que la interrupción o el retraso en la entrega de fondos sería un desastre para 4 millones de personas que reciben tratamiento.
Según la ONU 33 millones de personas viven en el mundo con el VIH. La cifra de afectados en los países desarrollados desciende, pero en el caso de África, la extensión de la enfermedad por todo el continente es ciertamente alarmente. El SIDA mata diariamente a 6.000 personas en este continente, más que cualquier guerra, hambruna o inundación.
Alrededor de 23 millones de personas que viven enfermos o portando la enfermedad en África. La situación de este continente con respecto al SIDA se ha llegado a describir como la mayor catástrofe que haya azotado al continente africano desde la esclavitud.
Esta pandemia no se aisla en ninguna zona concreta, su extensión es mundial y ya ha provocado el resurgimiento de la tuberculosis y, con el debilitamiento que provoca en el sistema inmune, expone a la persona enferma a innumerables afecciones provenientes de numerosos tipos de microbios.