La emocionante llegada a Santiago de la familia logroñesa 'Dos Ramos en el Camino'
Emoción, agradecimiento, alegría, lágrimas, “carne de gallina” y recuerdo a las personas enfermas de AME y especialmente a Paz. Un cúmulo de sentimientos que han llenado las mochilas de los Ramos en los últimos metros antes de llegar a la Plaza del Obradoiro después de 30 días de Camino de Santiago solidario.
“Parecía algo imposible y solo era andar”, ha dicho Kike Ramos justo antes de terminar el Camino que ha hecho con sus dos hijos, Lola de 10 años y Yago de 4. “Mañana conseguirán lo que se propongan”, ha sentenciado su padre orgulloso de lo que han conseguido.
Kike Ramos ha retransmitido el final del camino por redes sociales al igual que han haciendo durante todo el camino. Así han estado arropados de decenas de personas que les han apoyado desde Santiago y a través de las pantallas hasta llegar frente a la catedral, donde los tres se han abrazado sabiendo que el esfuerzo había merecido la pena.
También allí se han reencontrado con su madre y con los peregrinos con los que han coincidido en esta aventura, donde ya nadie ha podido evitar las lagrimas.
Kike ha recorrido los 800km caminando, empujando una silla de monte en la que iba Yago y acompañado por Lola, que ha realizado su peregrinación en bici. Cada uno de una manera pero todos con la misma gasolina: Paz, la prima de Lola y Yago, con Atrofia Muscular Espinal.
Este camino y el que ya hicieron Kike y Lola en 2018 tiene el fin de dar a conocer esta enfermedad, una enfermedad rara que afecta en España a 2 de cada 10.000 nacimientos y recaudar fondos. Objetivo superado 30 días después y 800 kilómetros después.
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