Abismo, ansiedad... Carlos Pouso se maneja como pez en el agua y sabe relativizar las cosas. Que desde algunos círculos se le critica por desperdiciar oportunidades para asentarse en la zona de 'plya off' habla del tan comentado abismo. Que cita la palabra ansiedad cuando ve que su equipo se bloquea en ataque cuando el marcador es adverso y eso impide ofrecer la mejor versión de los suyos, pues le da la vuelta explicando la presión que tienen otros, los que se juegan la salvación. Y en parte, lleva razón. Los extremos no son buenos y muchas veces, los medios tenemos la culpa de ser blancos o negros cuando la paleta entre uno y otro es muy variada. Fijarse en los colores es un gran defecto.
Lo que es indudable es que Logroño tiene una oportunidad casi olvidada: competir en una fase de ascenso a Segunda. Y parece que es fácil después del trabajo realizado durante las 34 jornadas precedentes. De ahí las exigencias cuando este club, ahí está su historia, no había pisado nunca hasta esta campaña un lugar entre los cuatro primeros. Es lógico que el objetivo principal, en estos momentos, pasa como mínimo por conservar la actual cuarta posición. Quedan 4 citas, las más importantes de este club. La primera llega este domingo en Las Gaunas (18.00) con el Celta B como rival y después de ceder ante el Racing de Ferrol en un partido en el que no hubo puntería. Además, la jornada del sábado ayudó: empate del Racing de Ferrol ante el Coruxo (1-1) y derrota del Guijuelo en casa frente al Lealtad (1-2).
Carlos Pouso avisa por si alguien considera que el duelo será sencillo: “Esta generación de futbolistas fueron campeones de la Copa del Rey juvenil”. Que sea un filial siempre se ve bien, aunque admite que “no sirve porque han cambiado tres veces de entrenador”. ¿Diferencias? “Son igual de competitivos, quizá más solventes en casa, donde juegan más vertical”. Lo que tiene claro es que “no es el típico filial que intenta jugar... bueno es que eso ha pasado a la historia”. Que el conjunto blanquirrojo nunca haya ganado en su historia al Celta B no le quita el sueño: “Si no hacemos las cosas medianamente bien, pues no seremos capaces de ganar. Lo que está claro es que sin correr ni pelear no se va a ganar”.
Enfrente un Celta B que parece haber escapado un poco de la zona peligrosa gracias a sus tres victorias seguidas como local. Pese a ello, el filial vigués cuenta con 4 puntos de margen respecto al 'play out' y 5 sobre el descenso. Pero sin confianzas. Sobre todo, después de que por el bloque cetiña ya hayan pasado hasta tres entrenadores. Fredi Álvarez comenzó, después Javi López le tomó el relevo y en las últimas 5 jornadas el técnico titular es Toni Otero. Con él parece que han visto la luz después de un convivir un tiempo en descenso. Esos tres triunfos logrados en el césped de Barreiro han dado vida a un conjunto al que le cuesta sumar a domicilio; ahí están las 5 derrotas que encadena.
Pero ningún rival es sencillo. Los que no se juegan nada porque vienen relajados y los que están metidos en el ajo porque también quieren los puntos. Es de imaginar que los vigueses sean cautos. El tener la soga al cuello por el descenso provoca que haya menos licencias, por mucho que se trate de un segundo equipo. El peligro ofensivo del Celta B tiene un nombre: Borja Iglesias y sus 13 goles. Hay otros muchos futbolistas, por supuesto, algunos de ellos que combinan entrenamientos con el primer equipo, pero si la calidad de los jugadores que se presupone en un filial se le suma la capacidad para adaptarse a las circunstancias genera que el rival contra el que se mide el UD Logroñés sea más difícil de superar.
A vueltas con el once
Carlos Pouso deberá variar el once. No es un problema para el técnico vasco. Sergio Martínez está sancionado, por lo que Miguel Santos o Álex Santelices ocuparán esa demarcación. De esta manera, Gago entraría en el once si el zamorano pasa al otro lateral. Mientras que si el cántabro ejerce de '3' sería Julio Rico el que regresaría al puesto de central acompañado por Moisés. Jacobo Trigo, Chevi y Muneta se postulan como el trío que debe dar equilibrio e imaginación. Titi, por un extremo, parece seguro. La duda, como casi siempre, pasa por saber si Camochu saldrá de inicio, dejando a Menudo en la izquierda o si el sevillano es el referente ofensivo como lo fuera el domingo pasado en A Malata provocando que Íker Alegre pudiera tener su sitio entre los elegidos. Aunque conciendo al técnico vasco, seguro que se guarda alguna sorpresa. Es de suponer que Abaroa, que ya se ha integrado en el grupo, permanezca una semana más sin entrar en la lista.