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La Nueva Oficinal Judicial une a TSJR y Fiscalía

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La necesidad de que se implante la Nueva Oficina Judicial une en sus discursos, al presidente del Tribunal Superior de Justicia de La Rioja, Ignacio Espinosa, y al fiscal jefe, Juan Calparsoro, en el acto de apertura del año judicial.

El acto ha congregado en la Sala de Vistas del TSJR, a una representación de los estamentos de la Administración de Justicia de la comunidad, así como a otras autoridades como el presidente regional, Pedro Sanz, o el del Parlamento, Jose Ignacio Ceniceros.

El presidente del Tribunal Superior y el fiscal jefe han sido los encargados de intervenir en un breve acto, que no ha llegado a la media hora, y que se ha cerrado con un vino en los pasillos del Palacio de Justicia.

En su intervención, Espinosa ha considerado que “el principal caballo de batalla de la Administración de Justicia es su modernización”. Por ello, considera “más necesaria que nunca la implantación de la Nueva Oficina Judicial, con objeto de racionalizar y aprovechar los recursos humanos”. Añadió esto la necesidad de implantarse las nuevas tecnologías.

“En cuanto a las necesidades materiales más urgentes”, dijo, “no voy a cansarles: me remito a la viñeta de Tris en el periódico La Rioja de 3 de octubre de 2007, sobre el camarote de los hermanos Marx”.

El presidente del TSJR reconoce que se han satisfecho algunas de las necesidades de la Justicia riojana, pero recuerda que existen otras pendientes como las Salas de lo Social y de lo Contencioso-Administrativo con un tercer magistrado cada una de ellas.

“REGIÓN CON ÍNDICES DE CRIMINALIDAD BAJA”

Por su parte, Calparsoro ha alabado el “sistema de especialización en el trabajo” instalado en la Administración de Justicia y considera que, gracias a él, se está “en mejores condiciones de amparar a las mujeres víctimas de violencia de género, a quienes sufren maltrato” o, también, “a los que son objeto de explotación laboral”.

A su juicio, “se puede afirmar que La Rioja sigue siendo una región con índices de criminalidad bajos”. Añade a esto que la evolución de la criminalidad, sobre todo en delitos contra el patrimonio, es “ligeramente ascendente”.

Ha indicado que es algo “general en el resto de España” y se puede explicar, en parte, por la crisis económica que se ha empezado a notar con más fuerza en el año 2007, “crisis que lógicamente se ceba especialmente en las capas menos pudientes de la sociedad”.

Analizando los tipos penales más frecuentes, ha señalado, con respecto a los homicidios, que se ha roto la tendencia de los años anteriores pues el anterior delito contra la vida consumado registrado en La Rioja había ocurrido en el año 2004, y en 2007 se produjeron dos (en los que llevamos de año han ocurrido cuatro homicidios-asesinatos).