La concejal de Comercio, Cultura y Turismo del Ayuntamiento de Logroño, Pilar Montes, y el director general de Cultura y Turismo del Gobierno de La Rioja, Eduardo Rodríguez Osés, acompañados por el comisario de la exposición, Eugenio Castro, y la coordinadora de contenidos de la sala Amós Salvador, Susana Baldor, ha inaugurado la exposición 'Isidoro Valcárcel Medina va al cine', que parte de la pasión que él siente por este arte.
La exposición, formada por arte conceptual, proyecciones audiovisuales y piezas sonoras, permanecerá en la sala logroñesa hasta el 18 de noviembre. La inauguración se celebrará este sábado, 8 de septiembre, 12:00 horas, y contará con la intervención de Valcárcel Medina, con la conferencia Otra historia de cine.
“La obra de Isidoro Valcárcel nos acerca a un nuevo concepto del cine. Con él cambiamos de nuevo de registro, acercando el planteamiento novedoso de su autor al mundo cinematográfico, y acercando a los logroñeses a otra forma se arte y cultura a las que ha albergado la sala en sus últimas exposiciones, siempre de grandes artistas”, ha explicado Montes.
La experimentación conceptual del autor ha incidido en la cuestión del cine interrogándolo, y sus “intervenciones” sobre este tema constituyen vertebralmente este proyecto. No es un estudio sobre Valcárcel Medina y el cine sino una exposición de lo que es la cercanía del autor con el llamado séptimo arte y el modo en que él da la vuelta a algunas de sus partes constituyentes. Elucubraciones mediante las cuales la misma idea de lo cinematográfico, en el sentido argumental que tiene, es puesta en entredicho, o severamente alterada y objetivamente subvertida por el artista.
Esta exposición extrañamente reúne “un corpus” del obrar de Valcárcel Medina. Y si decimos extrañamente es debido a que, su trabajo, sostenido sobre la idea, alcanza un sesgo “inmaterial” que la identifica, lo que, a priori, contradiría esta cualidad. Pero, en efecto, esto no es del todo así. Las pruebas, a lo largo de su recorrido, son ya muchas. No en vano, esta aventura, constituida por piezas objetuales, sonoras y visuales es el testimonio de una fisicidad aliada con lo que, de modo ya un tanto convencional, se da en llamar concepto.
Desalienar la mirada es una tarea a realizar, individual y colectivamente, sencillamente para pensar y para vivir. Para poder realizarlo, es inevitable acercarse a otros modos de hacer cine, es decir, a otros modos de hacer realidad. Es lo que intentamos aquí, atentos a la resonancia de lo obrado por Valcárcel Medina, quien, como cualquier otro cinemagoing, ha aprendido, ha pensado el cine-mímesis porque en él ha visto lo que, en el tiempo, le ha conducido a elaborar una reflexión sobre lo cinematográfico que, sin dejar de ser un tributo a aquello sobre lo que se apoya (cuando así lo hace), ha sabido desplegar sus latencias hasta construir con ellas una poética anti-burguesa, es decir, independiente de los mecanismos mentales que dictan el conocimiento predeterminado por un modelo socio-cultural que rehúye toda responsabilidad para con la elevación de espíritu y del pensamiento que quiera llevar tal nombre.