El primer ministro británico, Gordon Brown, se vio implicado en un escándalo de financiación del Partido Laborista, y según informó ayer, su partido recibió unas donaciones monetarias que no fueron legalmente declaradas por lo que esos fondos serán devueltos.
Brown atendió a los periodistas en una rueda de prensa un día después de que el secretario general del Partido Laborista, Peter Watt, dimitiera, reconociendo que era consciente de que se estaban recibiendo donaciones secretas no declaradas. Según informó el empresario y responsable de las donaciones, David Abrahams, aportó a la formación política la cantidad de 825.000 euros (unas 400.000 libras) desde otras cuentas.
Ante lo sucedido, el primer ministro británico, afirmó que era “completamente inaceptable”, que no se “podía justificar” y que lo que ha ocurrido “no se repetirá nunca más en un futuro”.