Lanús entró este domingo en la historia del fútbol argentino al proclamarse campeón por primera vez del Torneo Apertura al no fallar en la última jornada del campeonato y cerrar su entorchado con un válido empate a un gol en La Bombonera. El equipo sureño demostró hasta el último encuentro ser el más sólido del torneo y con su igualada ante un Boca Juniors que no se jugaba nada, se coronó sin necesidad de depender de nadie. Acabó con 38 puntos, cuatro más que Tigre, y sumó su primer gran trofeo, ya que en sus 92 años de historia sólo poseía la internacional Copa Conmebol de 1996.
De todos modos, aunque al final no fue necesario, Lanús, al que le bastaba con un punto, recibió la 'ayuda' de Argentinos Juniors, que derrotó al aspirante y también sorprendente Tigre por 1-0, que ni siquiera tuvo opciones cuando Martín Palermo logró el empate. En el estadio de La Bombonera, Boca presentó como estaba previsto un equipo más repleto de suplentes, lo que no le dio demasiadas opciones de plantar cara a un líder, al que no le temblaron las piernas por la posibilidad histórica que se le presentaba.
Lanús dominó el partido y apenas concedió la posibilidad de soñar a su gran rival. Además, el goleador José Sand acercó al título a los suyos con un certero remate de cabeza antes de la llegada del descanso. Tras éste, el gol de Argentinos relajó un poco más al líder, lo que aprovechó Boca para apretar un poco más y dar algo de emoción al Apertura con el tanto de Martín Palermo. Boca se quedó con diez y la corona no corrió ya peligro, aunque podría haberse hecho con la victoria.
Además, Tigre no pudo con Argentinos Juniors y cayó por 1-0 teniéndose que conformar con el subcampeonato de este Torneo Apertura argentino, por culpa de un gol de penalti en la segunda mitad de Barzola que sentenció un choque donde el aspirante acabó con nueve.