Las mujeres con estudios secundarios, y menores de 65 años lideran el índice de lectura en España, con un hábito “muy consolidado” a través de cualquier soporte, ya sea el del libro tradicional o el digital, a 9,4 puntos de distancia de los hombres.
Según se desprende del estudio “Hábitos de Lectura y Compra de Libros 2010”, de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), el “lector tipo” en España responde al perfil de “una mujer preparada, que está al día y que utiliza frecuentemente Internet”.
“Las mujeres que no leen o que lo hacen esporádicamente aseguran, en su mayoria, que esto se debe a la falta de tiempo. Lo
s hombres no lectores señalan que no leen más porque no les gusta o porque prefieren dedicar su tiempo a otras actividades“, explica el FGEE.
España cuenta con más de 23 millones de personas lectoras, el 57% de la población, de los que casi 18 millones leen con una frecuencia semanal. Del grueso, el porcentaje de mujeres que leen libros en su tiempo libre, con al menos una frecuencia trimestral, sigue siendo mayor al de los hombres (61,6% frente al 52,2% de la población). En el caso de los frecuentes —lectura diaria o semanal—, las distancias se mantienen (48,1 por ciento de mujeres frente al 39,2 por ciento de los hombres).
En los últimos cinco años, el número de público lector ha crecido por encima del aumento de la población. De acuerdo con las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE), el incremento de la población de 14 años o más fue del 4,5%, 1.740.027 habitantes, mientras que el de lectores fue del 7,3% (1.573.450).
Respecto al número personas que declaran leer libros frecuentemente, el índice ha crecido en 2.350.194 en los últimos cinco años, un 15,3%. De esta forma, ya casi alcanza los 18 millones, lo que representa el 43,7 % de la población.
Asimismo, según este estudio, la tendencia actual se dirige a configurar un público polivalente a través de distintas formas de lectura. Todo ello favorecido por el mundo globalizado e interconectado gracias a los nuevos medios tecnológicos, donde Internet aparece como una ventana abierta al mundo de la información, lo que está provocando un cambio en la propuesta lectora.