El Ministerio de Cultura ha iniciado las obras de la cuarta fase de restauración de la Catedral de la Redonda en Logroño. Las actuaciones, con un plazo de ejecución de diez meses, supondrán una inversión total de 969.932 euros que, unidas a las tres fases anteriores, completan una inversión total del Gobierno de España en la restauración de este templo riojano de 2.162.639 euros.
ACTUACIONES DE LA CUARTA FASE
Consolidación, limpieza y reposición de faltantes en la fachada Norte y la parte superior de las torres, eliminando añadidos de mortero de cemento y reparando y sustituyendo parcialmente elementos decorativos de hormigón.
Reposición de la balaustrada de piedra que existía en la fachada norte como remate de las capillas y elemento de integración con la ampliación barroca del templo.
Mejora del sistema de evacuación de aguas pluviales en los faldones del lado norte del templo y en las capillas del lado Norte, incluyendo la colocación de bajantes y la impermeabilización con lámina de plomo.
Restauración de las vidrieras en las fachadas de intervención, colocando bastidores de acero. Reposición de la linterna que coronaba la cúpula de la capilla de Nuestra Sra. de los Ángeles, elemento fundamental de la expresión arquitectónica del edificio. Aunque formalmente reproduce la eliminada hace unos años, será más ligera.
FASE FINAL Y V
Aunque las fases de actuación anteriores cubren la mayor parte de los aspectos importantes en relación con la conservación y restauración de la catedral y la fase cuarta viene a cerrar las intervenciones necesarias en el exterior del monumento, queda pendiente una acción sobre la capilla de los Ángeles que se refiere especialmente a su extraordinaria cúpula.
La cúpula demanda una consolidación que elimine las numerosas fisuras que se aprecian y que interrumpen las bellas pinturas murales de José de Beges que cubren toda la superficie.
Estas pinturas precisan además consolidación y limpieza, lo que mejorará sensiblemente la apreciación del conjunto. Será también el momento de mejorar el solado de esta capilla barroca, dado el estado del actual solado, moderno y poco apropiado para este espacio.
Debe ser también incluida en esa última fase necesaria, la restauración de la magnífica sacristía, de manera que recupere sus valores originales hoy en parte perdidos.
Es una obra pendiente la adecuación de algunos espacios existentes en este cuerpo edificatorio sobre el nivel del entablamento de la capilla junto al extradós de la cúpula, con acceso por las amplias escaleras de las torres, con la posible inclusión de un sencillo museo de la fábrica y una maqueta que muestre la complejidad de este conjunto catedralicio, con ampliaciones a partir de las naves góticas, en el barroco del XVII, del XVIII y las adaptaciones del XIX para convertir el templo en catedral.
Todo ello constituye el contenido de una fase última de este conjunto de acciones emprendidas dentro del Plan de Catedrales, que van devolviendo a la Redonda al estado de conservación que merece su calidad artística y ponen de relieve los valores que contiene en todos los órdenes. Se estima que el costo de esa última intervención será similar al de la cuarta, actualmente en fase de contratación de obra.