Los ecologistas defienden los sotos de Logroño

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“En otros tiempos estos bosques fluviales cubrían toda la vega del Municipio de Logroño, pero han sido talados o aclarados, y sus ricos suelos de aluvión se convirtieron en preciados terrenos agrícolas; se pusieron minicentrales, se canalizaron los ríos, se construyeron defensas y se plantaron chopos”, asegura la organización en un comunicado.

La ribera del Ebro “se transformó enseguida en vergel humanizado, aunque en algunos escasos lugares estos ecosistemas lograron resistir”, añaden.

A su entender, la gran importancia de los Sotos es debida no sólo a su carácter reducido para la vida silvestre, sino “por ser uno de los lugares de bosque de ribera que hay que conservar para mantener un corredor fluvial, que ayude a la sostenibilidad de nuestro municipio, sirviendo de refugio de numerosos animales”.

En este folleto además de explicar la importancia de estos espacios naturales y su riqueza fáustica, se propone al Ayuntamiento de la ciudad un corredor ecológico en el Termino Municipal de Logroño, desde El Cortijo hasta el Soto de los Americanos, para poder hacer compatible el uso recreativo, con el de la conservación de esta biodiversidad tan importante como son los bosques de ribera. Para ello se presentan una serie de propuestas:

- Respetar una banda de al menos 5 metros de vegetación arbustiva a partir de la orilla para que sirva como corredor biológico a las diferentes especies ligadas a los bosques de ribera y ríos, en especial al visón europeo. En la orla de carrizal y eneas de las orillas del Ebro se concentran las especies más interesantes de la avifauna como el carricero común, el carricerín común o las garzas.

- Repoblaciones arbustivas en zonas aclaradas de zarzas con especies de interés para la fauna. En distintos tramos intervenidos (en especial frente a Las Norias) donde se ha aclarado en exceso la vegetación, sería conveniente plantar especies de fruto carnoso como espinos albares (Crataegus monogyna), cornejos (Cornus sanguinea) y saucos (Sambucus nigra) que complementen a lo que ha quedado de zarzamora (Rubus ulmifolius) y hiedra (Hedera helix), que son de gran interés para la fauna.

- Favorecer la formación de sotos en las antiguas choperas con plantación de arbolado autóctono. En las antiguas choperas el suelo está muy compactado y es difícil que se lleve a cabo la colonización por nuevas especies. Sería conveniente comenzar a plantar con especies como alisos (Alnus glutinosa), álamos (Populus alba) y fresnos (Fraxinus angustifolia) para regenerar los sotos. Otra medida a tener en cuenta es respetar la higueras (Ficus carica) que hay en los taludes, incluso plantarlas en otros sitios similares donde otros árboles no prosperan y éstos proporcionan un buen recurso para la fauna.

- Mantener el arbolado viejo en la ribera. Los árboles viejos y secos, muy escasos, son necesarios para la cría y/o la alimentación del mencionado pico menor, el torcecuello, algunas especies de páridos o el autillo. En el caso de cortas de seguridad, recomendamos hacerlo por las ramas de la primera horquilla dejando el tronco útil para la fauna y sin peligro para el uso público.

- Desaconsejamos abrir nuevas sendas junto al río. El camino que se ha marcado tras el Palacio de Congresos está demasiado cerca de la orilla cuando podría discurrir más distante con alguna entrada hasta el agua pero respetando una amplia banda de ribera.