El futuro de Revuelta se desvelará esta tarde. A las cinco, hora taurina, el exalcalde de Logroño anunciará si sigue adelante en su aventura política de presentar una candidatura a la alcaldía de la capital riojana en las próximas elecciones municipales o si, por el contrario, abandona el proyecto de participar de nuevo en la vida política municipal.
No se le puede negar valentía a Julio Revuelta: se ha enfrentado al partido en el que militó cerca de 20 años y con el que gobernó el ayuntamiento de Logroño durante dos legislaturas, ha criticado la postura de algunos de sus excompañeros de militancia, especialmente al que fue su presidente, Pedro Sanz, y ha expresado su discrepancia con la política del PP, un partido que ejerce su hegemonía política desde 1995.
Acompañando a Julio están Rubén Antoñanzas y la también, exmilitante del PP, Marian Ferrer. Ambos dieron un paso al frente cuando Revuelta creó su propio partido. Antoñanzas nunca ha estado ligado a la política y está será su primera vez en el ruedo. Ferrer ya tiene experiencia: fue concejal del Ayuntamiento de Logroño durante la etapa Revuelta y la mano derecha del entonces alcalde.
Esta tarde conoceremos si los tres continúan en este barco y quiénes serán los que los acompañen hasta la noche de 22 de mayo.
UNA HISTORIA PLAGADA DE FECHAS
Los tiempos han sido imprescindibles en el nuevo proceso político de Revuelta. El 1 de marzo, el excalcalde desvelaba que se había dado de baja del Partido Popular de La Rioja y que había presentado ante el Registro de Partidos del Ministerio de Interior, una nueva formación política: Ciudadanos de Logroño.
Revuelta expresaba ante los medios de comunicación, las discrepancias que había mantenido con la dirección de su partido, discrepancias que había plasmado en una carta enviada al presidente del PP, Pedro Sanz, en la que expresaba su desacuerdo con la política del Gobierno de La Rioja para con Logroño. Esto le valió las críticas feroces de sus excompañeros de partido, especialmente de Sanz.
Un día más tarde, Revuelta anunciaba su intención de presentar candidatura para Logroño, ciudad de la que fue alcalde casi 8 años y para ello, incluso, se había planteado no acudir a las urnas en solitario.
El 3 de marzo, el propio teniente alcalde de Logroño y candidato del Partido Riojano a la alcaldía de la ciudad, Ángel Varea aseguraba que se iban a iniciar las conversaciones con Revuelta para concurrir a las elecciones municipales con una candidatura conjunta Partido Riojano-Ciudadanos de Logroño.
La Comisión Ejecutiva del PR daba luz verde a las conversaciones con Ciudadanos 6 días después, y el día 15 comenzaban las reuniones entre los dirigentes del Partido Riojano encabezados por su presidente, Miguel González de Legarra y Ciudadanos de Logroño.
De esas reuniones se extraía la idea de presentar una candidatura conjunto para Logroño, en un principio, encabezada por Revuelta, relegando a un segundo o tercer lugar, incluso se barajó la posibilidad de que fuera en la lista al Parlamento Autonómico, a Ángel Varea.
Pero no pudo ser y el 22 de marzo se anunciaba que las conversaciones entre ambos partidos no habían dado su fruto y Partido Riojano y Ciudadanos de Logroño no acudirían juntos a las elecciones.
Faltaba conocer si Revuelta acudiría por libre y quiénes le acompañarían en la aventura. Esta tarde: un nuevo capítulo de una historia política que ha dado color y sabor a una campaña que se presentaba bastante sosa.