El equipo de Gobierno municipal ha decidido atajar las carreras que se suceden en la zona sur de Logroño, por lo que un coche patrulla de la Policía Local realizará labores de vigilancia de forma permanente en las zonas donde se ha detectado la presencia de coches conducidos de forma temeraria, esto es La Guindalera, La Cava-Fardachón y Valdegastea, de 22:00 a 02:00 horas.
“No descartamos que se produzcan movimientos en otras partes, por lo que rogamos colaboración ciudadana por si cambian los hábitos”, ha explicado el portavoz del Ejecutivo municipal, Miguel Sáinz, quien ha detallado que también se van a instalar dos nuevos radares fijos de velocidad en calles de La Cava-Fardachón y La Guindalera.
Sáinz ha explicado que, desde noviembre, se han impuesto diez sanciones, dos de ellas de 500 euros y seis puntos del carné y el resto de 200 euros.
Otras de las medidas que se van a poner en marcha ante los últimos atropellos registrados son una campaña para informar a pie de calle a los peatones para que crucen de forma segura y un estudio de las diez calles con más siniestralidad, realizado por técnicos municipales y que estará listo para la primera quincena de mayo.
ESTUDIO DE LAS CALLES MÁS PELIGROSAS
Este estudio será realizado, como ha explicado el concejal de Tráfico, Francisco Iglesias, en base a los datos de los accidentes registrados, estudiará las causas de los mismos y propondrá medidas correctoras que el Ayuntamiento podrán en marcha “a la mayor brevedad”.
Iglesias ha detallado que, de los 1.556 accidentes registrados en 2015, el 46% se debieron a la falta de atención del conductor y el 54% a infracciones del reglamento como no respetar la prioridad del carril o saltarse un ceda el paso. Los principales puntos negros fueron la circunvalación en su cruce con la calle Chile, Avenida de la Paz y las calles Huesca, Pérez Galdós y Vara de Rey, todas ellas “vías principales d de la capital, con densidad de tráfico alta”.
Además, se registraron 126 atropellos y sólo en el 11% de ellos el peatón invadió la calzada inadecuadamente. La única calle en la que se dieron atropellos y que, es además, un punto negro por el número de accidentes fue Avenida de la Paz, según ha explicado Iglesias. Así mismo, hubo atropellos en Avenida de Portugal, Murrieta, Duques de Nájera y Club Deportivo.
Los atropellos, según el concejal, “no sólo tienen que ver con acciones de los peatones y conductores, sino también con las vías urbanas”, ha reconocido.
NO HAY MÁS ACCIDENTES QUE OTROS AÑOS
Sáinz ha insistido en que, pese a la alarma social, no han aumentado los atropellos en Logroño. En cuanto a lo que llevamos de año, en el primer trimestre (a falta de los últimos 15 días del mes de marzo) se han registrado 34 atropellos, “cuatro más que en 2015 y sólo uno más que en 2014”, lo que muestra “una tendencia al alza pero o disparatada”.
Además, ha destacado que han descendido un 18% los accidentes de bici y un 14% los de moto.
ATROPELLO A LA FUGA
En cuanto a la polémica por el atropello del pasado viernes en Logroño, en el que un matrimonio fue arrollado por un conductor que se dio a la fuga y que la Policía Local ha tramitado sólo como falta administrativa, Sáinz ha insistido en mostrar su confianza hacia los criterios usados por la Policía, aunque ha reconocido que el Reglamento de Tráfico tiene “lagunas susceptibles de mejora”.
La Policía argumenta que no puede tramitarse como un delito contra la seguridad vial, lo que acarrearía un mayor castigo, porque, al fugarse, el conductor no pudo someterse a un control de alcoholemia y drogas. Dos horas después del atropello, se presentó en la comisaría de la Policía Nacional, pero en ese tiempo “puede recuperar la compostura”.
“Sólo si después comparece alterado podrían llegar a extraerse conclusiones y tramitarse como delito”, ha explicado Sáinz, quien ha explicado que trasladarán un ruego a la Federacion de Municipios y Provincias para que “hagan constar la necesidad de crear algún tipo de tipificación penal para quien huye del accidente”.