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Veganismo, una filosofía de vida

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Atrás quedaron las navidades y con el comienzo de año empezaron los nuevos propósitos, entre ellos, uno excelente para la mente y salud puede ser cambiar de estilo de vida, y variar en la dieta puede ser una buena opción, como adentrarse en el veganismo, que nó solo se reduce a la ingesta de los productos del reino vegetal para excluir los de origen animal como carne, el pescado, las aves, los huevos, la miel, la leche animal y sus derivados, sino que en la mayoría de los casos supone adoptar una filosofía de respeto a los animales evitando matar, dañar y explotarlos, o al medio ambiente.Esta postura en ciertos aspectos de la vida se traduce en la práctica en una dieta vegetariana pura y anima el uso de alternativas para todas las materias derivadas parcial o totalmente de animales. Los veganos también están interesados en mantener un nivel excelente de salud y bienestar físico, emocional, mental y espiritual.

A la rica cocina vegana

Pastel de puerros, hamburguesa de calabaza con salsa de yogur, una ensalada y galletas, conforma uno de los deliciosos menús que se cocina cada sábado en La Gota de Leche , en el taller Cocinaturalis, de Cocina Vegana, donde varios alumnos aprenden a elaborar platos sencillos, sanos y sostenibles, “empezamos con esta iniciativa en junio de 2008, y está abierta a todo el mundo, no hace falta ser vegano o vegetariano, sino el tener un interés de acercarse a esta forma de alimentarse”, explica Begoña, profesora del curso, “nos pareció una lúdica forma de acercar el respeto a los animales a través de la alimentación, hasta aquí se acercan incluso más hombres que mujeres, padre con hijos..., la gente se ha ido animando año tras año, cocinamos platos veganos, compartimos una agradable comida y luego un café tertulia, para compartir interesantes conversaciones”.

Para Juan, ésta ha sido su primera experiencia con la dieta vegana “no soy vegano, pero mi intención es conocer esta alternativa porque no estoy de acuerdo con las condiciones de muerte de los animales, aprender platos e ir incorporándolos a mi dieta, poco a poco voy reduciendo la ingesta de carne, hay que jugar con los productos naturales y vegetales”. En contra del sufrimiento animal, también se identifica Laura, otra de las asistentes al curso “no soy vegana ni vegetariana estricta, trato de comer lo más sano posible, mi intención no es llegar a una postura purista pero me apetece conocer esta forma concienciada y ecológica de alimentarse”.

Platos sanos a precios normales

Lejos de los prejuicios de quienes piensan que seguir esta dieta quita nutrientes al cuerpo o de

que ciertos alimentos son difíciles de encontrar o caros, Begoña comenta que“se pueden elaborar platos a un precio normal, en los talleres no utilizamos otros alimentos que no se encuentren en un supermercado, vegetales, hortalizas, legumbres, pastas, arroces, frutas... toda una variedad que nos ofrece la dieta mediterránea al margen de la carne o pescado o huevos”. Productos que además contienen proteínas, fibra, calcio, grasa, hidratos, aportan energía en esta época de frío y no es complicado de cocinar“. Además, ”los beneficios se reflejan en el organismo, que adopta otro ritmo interno más relajado, al margen de que cada uno tenga su carácter“, apunta Begoña, quien aparte de impartir los talleres, es vegana y portavoz en La Rioja de Animanaturalis (organización internacional sin ánimo de lucro, fundada en 2003 y orientada a a establecer, difundir y proteger entre otros los derechos de todos los animales).

Adentrarse en el veganismo suele ser un proceso gradual “se empieza no consumiendo carne animal como ternera o cerdo, por la cercanía emocional hacia ellos y luego el segundo paso es eliminar los pescados, pero hay grados intermedios, quienes optan por llevarlo a cabo puntualmente, o ser vegano total”. En el caso de Begoña reconoce que a veces “no se puede hilar tan fino, porque los alimentos de origen animal o alguno de los componentes están tan presentes en los alimentos, que es difícil controlar lo que comes”.

A la hora de hacer vida social “estamos un poco condicionados”, reconoce, “al final aprendes a pedir cosas específicas, ahora hay más variedad, muchas cafeterías cuentan con leche de soja”. Una forma de alimentarse que poco a poco va aceptándose en la sociedad española donde la tradición culinaria está tan presente “hay que quitar esos prejuicios de que somos raros, hippies o estamos malnutridos, no es verdad, conozco a familias con niños que son veganos y han crecido y están muy sanos, buscamos estar en una armonía con la forma de alimentarnos, que en esta sociedad estresada a veces se olvida y se une a los emocional”.

“Para mí es imprescindible comer bien”

Cada uno adopta el veganismo por diferentes convicciones, religiosas, medioambientales, respeto a los animales o simplemente por los beneficios de una dieta sana, este es el caso de Nuria, otra riojana y vegana convencida por este último principio, a quien dar el paso le costó muy poco “consumía muy poca carne, huevos, pescado..cada vez menos y decidí que era hora de vigilar bien lo que comía”.

En su camino se encontró con uno de sus referentes “al buscar información, tuve la increible suerte de encontrar en el camino a Ana Moreno una gran nutricionista, vegana y que muchos conocerán porque ha presentado un programa en canal cocina ”100% Vegetal, ha escrito numerosos libros que son realmente interesantes, sencillos, realmente prácticos , porque para mí es imprescindible comer bien“.

Tanto si se es vegano como no, Nuria aconseja “visitar su página web. completísima en cuanto a información y recetas, www.mundovegetariano.com ”

Esta vegana reconoce no haber echado en falta ninguno de los alimentos de los que ha prescindido “ al contrario, he encontrado otros nuevos que me han sorprendido gratamente, Aunque confieso que muy esporádicamente tomo un poco de leche, cuando pido un café cortado, ahora incluyo más infusiones que café pero de vez en cuando caigo en la tentación”.

En la práctica en casa trata de educar sin imponer “mis hijos son ya mayores, lo suficientes para que decidan ellos, pero si que han sido educados conociendo la importancia de una alimentación sana y del cuidado del medioambiente, en casa se compra productos de producción ecológica, carne y huevos incluidos, de animales criados en libertad y alimentados con comida procedente de la agricultura ecológica”. Una concienciada postura ante la alimentación que también lleva fuera “procuro ir antes al restaurante dónde voy comer y aviso por ejemplo que a mi menestra no le pongan huevo, ni jamón y la mayoría no solo lo hacen, sino que hacen lo imposible por amoldar algún plato más, en la Laurel hay sitios en los que puedes comer, por ejemplo hay unos que ofrecen tempura de verduras, guacamole”.

Toda una forma de enfocar la vida que trasciende también a Internet, donde como hemos visto a lo largo del reportaje, se puede encontrar mucha información sobre el veganismo a la hora de elaborar menús como www.seavegetariano.com , o en numeroso blogs, plataforma en la que Nuria también aporta sus ideas y experiencia “hay platos elaborados con unos ingredientes que son una maravilla, Azukis, son una legumbre roja, parecida a las alubias pero más pequeñas y con sabor parecido a la lenteja, la preparo con pimiento, patata , verduras..., aunque lo que de verdad me pierde es el Humus (un paté de garbanzos muy típico en la cocina árabe)”...

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