Los edificios previstos en el entorno de San Bartolomé, que darán lugar a la remodelación del entorno de la torre exenta del templo logroñés,comenzarán a construirse en unos dos años o dos años y medio, según la estimación que ha realizado el portavoz del equipo de Gobierno municipal, Miguel Sáinz.
La Junta de Gobierno Local ha aprobado en su sesión de hoy la modificación puntual del Plan General Municipal de Logroño en el entorno de la Iglesia, que abre la tramitación del planeamiento de este espacio. Luego, se pasará a la fase de gestión y, por último, a la de proyectos, por lo que todo estará listo “en dos años o dos años y medio”.
La modificación consistirá en la conexión peatonal entre la plaza de San Bartolomé y la calle Rodríguez Paterna y la creación de una nueva plazoleta porticada frente a la cabecera de la Iglesia.
Se intervendrá mediante una nueva unidad de ejecución que afecta a tres inmuebles, los situados en los números 5, 7 y 9 de la calle Rodríguez Paterna, facilitando la creación de nuevo edificio con soportales. Permitirá además agilizar una segunda edificación en los números 1 y 3 para “con todo ello crear un conjunto que dará un impulso importante a todo el barrio de La Villanueva”, ha remarcado Sáinz.
Los inmuebles correspondientes a los números 5 y 7 son ya de titularidad municipal. El primero se adquirió por permuta con la Diócesis y el segundo, por compra a particulares. El inmueble del número 9 actualmente es una planta baja que penetra en todo el patio de manzana.
El portavoz municipal ha detallado que “como siempre ha actuado el Ayuntamiento de Logroño, se ofrecerán todas las posibilidades para llegar a un convenio, sobre este último inmueble, de mutuo acuerdo, intentando evitar la expropiación”. El Consistorio, a su vez, procederá a los derribos necesarios y a plantearse las posibilidades para la construcción, bien vía iniciativa privada o pública.
“De este modo, tras la finalización de los habituales plazos de planeamiento, gestión y proyectos, las obras en esta zona comenzarán en aproximadamente unos dos años o dos años y medio”, ha calculado Miguel Sáinz.