“Estamos dispuestos a hacer el sacrificio que sea necesario para limpiar la suciedad que esa gente significa para Brasil”, aseguró el mandatario brasileño en rueda de prensa conjunta en Sao Paolo con su homólogo colombiano, Alvaro Uribe, informa el diario 'O Globo'. “En conflictos como estos los que siempre pagan son los inocentes”, lamentó. Lula confirmó que telefoneó este sábado al gobernador de Rio de Janeiro, Sérgio Cabral, para ofrecerle el apoyo de la Fuerza Nacional de Seguridad para combatir la lacra que representa el narcotráfico, aunque de momento ha sido rechazada, explicó.
El gobernador del estado de Rio de Janeiro, Sergio Cabral, aseguró este lunes que Lula le ofreció la colaboración de la Fuerza de Seguridad Nacional y hasta 100 millones de reales (58,3 millones de dólares o 39 millones de euros) para ayudarles a garantizar la seguridad en el estado.
El gobernador explicó en rueda de prensa este lunes que el propio Lula le telefoneó para ofrecerle el apoyo del Gobierno federal y precisó que los fondos comprometidos podrían llegar en los próximos seis meses.
Tanto el gobernador como Lula confirmaron que parte de los fondos federales servirán para adquirir un helicóptero totalmente blindado, después de que en los enfrentamientos los narcotraficantes consiguieran derribar un helicóptero de la policía.
A pesar de que el Gobierno federal está invirtiendo para mejorar las condiciones de vida en las favelas y en el refuerzo policial, el mandatario brasileño advirtió no obstante de que la resolver el problema de los crímenes relacionados con el narcotráfico va a llevar un tiempo tanto en Rio de Janeiro como en cualquier otro lugar del país.
El presidente brasileño se mostró en contra de legalizar las drogas en Brasil al considerar que la liberalización del consumo no va a contribuir a resolver el problema de la violencia en torno al narcotráfico.
Por el contrario, Lula defendió la necesidad de que los países con más recursos se impliquen en la lucha contra el narcotráfico y, asimismo, explicó que propuso a su homólogo colombiano la creación de un consejo para combatir el fenómeno en Sudamérica.