Según un nuevo balance, al menos 180 personas han muerto a causa de las lluvias torrenciales caídas estos días por efecto de la tormenta 'Ágata'.
El país más afectado, que cuenta además con un alto nivel de pobreza, es Guatemala, donde la tormenta dejó 152 muertos. En Honduras fallecieron 16 personas y en El Salvador 12.
La tormenta, la primera de la temporada de huracanes en el océano Pacífico y que ya se ha convertido en nubarrones, dejó casi 100.000 damnificados, muchos de los cuales ya han regresado a sus hogares.
Cerca de cien personas están desaparecidas, sobre todo en las áreas rurales de Guatemala de difícil acceso, donde las lluvias causaron deslizamientos de tierras que arrastraron casas y poblaciones. Los servicios de rescate, con palas y picos y sin maquinaria pesada, tratan de hacer su tarea con un 18% de los principales puentes destruidos.
“Nosotros intentamos llegar a las comunidades, pero nos encontramos con los puentes caídos y tenemos que caminar, tardamos mucho más tiempo”, dijo Rony Veliz, del cuerpo de Bomberos Voluntarios de Guatemala.
Desde Estados Unidos han salido seis helicópteros con equipos de socorristas a bordo y otros vuelos privados para llevar alimentos y medicinas a los pueblos de la costa del Pacífico, severamente afectados, pero en muchos lugares la población está desesperándose por la falta de suministros.
Posibles brotes de dengue y malaria
El Gobierno de Guatemala espera la llegada de aviones de México con ayuda y señaló que lleva estimados daños por 62,5 millones de dólares sólo en viviendas, sin contabilizar puentes, carreteras y escuelas dañadas.
La lluvia dejó boquetes gigantes en la Ciudad de Guatemala, donde ha creado verdaderas trampas, en algunos casos en medio de la calle, que podrían haberse tragado personas y parte de algunas construcciones. El aeropuerto de la capital fue reabierto tras haber sido cerrado el fin de semana por el mal tiempo.
El ministro de Salud, Ludwin Ovalle, dijo que podrían surgir brotes de dengue o malaria en los próximos días.
Los productores de café, cultivo clave para las empobrecidas economías de la región, estaban preocupados por los daños causados por las lluvias, que habrían afectado las plantaciones por la fuerza del agua que hace caer los granos, así como por el surgimiento de hongos debido a la humedad.
La asociación de productores guatemaltecos Anacafé estimó que se perdería un 3% de la cosecha 2010/2011 por el impacto de la tormenta y de la reciente erupción del volcán Pacaya.
Centroamérica es una región muy vulnerable a las lluvias debido a su terreno montañoso, muchas veces deforestado, así como por las pobres comunicaciones en las áreas rurales, que dificultan las tareas de rescate en casos de desastres. En noviembre, el huracán 'Ida' dejó al menos 150 muertos a su paso por la región.