CCOO ha alertado de los últimos despidos de personal indefunido en la empresa de cápsulas de vino Ramondin, ubicada en Laguardia. “Concretamente el pasado lunes día 30 de octubre, despidió a 9 trabajadores que en algunos casos superan los 35 años de antigüedad en la empresa”, advierten.
La falta de comunicación y de información por parte de la dirección de empresa al comité compuesto por los sindicatos CCOO, UGT y ELA, por la situación que viene ocurriendo en los últimos años, ha generado una situación insostenible. “Estos hechos tienen que ver con la falta de información y consulta que han derivado en la no relación con la representación de las personas trabajadoras”, asegura CCOO en un comunicado.
En este sentido, señalan que “este año, la empresa, sin informar al comité, ha ido despidiendo personal, de forma arbitraria y sin informar al comité de empresa”. Ante esta situación, este comité exige a la dirección, el estado de cuentas de los últimos cinco años y la readmisión de los compañeros despedidos. “De no ser así, habrá movilizaciones en los próximos días”, alertan.
La respuesta de la empresa
Ramondin ha justificado estos despidos como medidas para garantizar la competitividad del proyecto empresarial a largo plazo. “Tras tres trimestres consecutivos de caída de ventas en el sector vitivinícola, Ramondin ha tenido que tomar medidas que afectan a la reducción de la fuerza laboral en la planta de Laguardia, con el desafortunado impacto para el 2% de empleados afectados”.
“Esta decisión ha sido tomada después de una cuidadosa evaluación y tras un periodo de esfuerzos continuos para intentar mitigar la situación derivada de la caída de la demanda. Ha sido una decisión difícil de tomar por su impacto social, pero Ramondin tiene la obligación de garantizar la competitividad del proyecto, lo que implica adaptar sus recursos a las necesidades reales del mercado”, afirma José Miguel Munilla, CEO de RMDGroup.
Ramondin ha justificado la medida en razones objetivas productivas y económicas, al verse afectado por la coyuntura actual del sector vinícola, conocida por las empresas, autoridades y sociedad en general, y que exige medidas excepcionales ante la caída de la demanda.
“A la crisis del sector hay que añadir la coyuntura económica adversa provocada por la subida del precio de los suministros, de la energía, de los costes laborales y el agravante de dos guerras en curso que tambalean los mercados y nuestras sociedades. El aumento en los precios del petróleo y la energía tienen un impacto significativo en los costes de producción y transporte, lo que se traduce en reducciones de rentabilidad y en márgenes mucho más estrechos”, han seguido justificando.
Finalmente, han señalando que “lamentando el impacto y la toma de esta medida necesaria, Ramondin continuará trabajando incansablemente para garantizar la calidad y servicio a sus clientes, salvaguardando su capacidad y el cumplimiento de sus responsabilidades empresariales y competitividad futura”.