El equipo Rioja Dakar inició el viernes su segunda participación en el raid más importante del mundo con muy mala fortuna. El quad de José María Peña partió de Buenos Aires con el objetivo de recorrer los 165 kilómetros que le separaban del inicio de la primera especial de la competición.
Ese primer enlace lo cubrió sin problemas, pero cuando llevaba recorridos 109 de los 371 kilómetros de los que consta la especial el motor de su vehículo se rompió y pasó más de cuatro horas esperando a que su asistencia pudiera llevarle uno nuevo. En ese tiempo, Peña desmontó el motor averiado y preparó el vehículo para el cambio porque el objetivo será reemplazarlo lo más rápidamente posible para reincorporarse a la carrera aunque haya perdido ya muchas horas frente al resto de vehículos.
Para conseguir seguir en la prueba tendrá que completar la especial, recorrer el segundo tramo de enlace (166 kilómetros) y presentarse en la línea de salida de la segunda etapa antes de que comience oficialmente (6.00 horas, horario local) para lo cual deberá conducir toda la noche por pistas muy rápidas pero llenas de polvo que oculta los peligros. Si lo consigue, Peña deberá afrontar la etapa más larga del Rally Dakar (más de 800 kilómetros) sin haber descansado.
El conjunto riojano había iniciado su andadura en el rally cargado de moral después de haber recibido el cariño del público argentino en las calles de la capital bonaerense y de haber sido agasajados en el Centro Riojano en Buenos Aires.