El Fiscal solicita una pena de ocho años de prisión y una multa de 695,64 euros para una persona acusada de un delito contra la salud pública al ser sorprendida con drogas en la cárcel de Logroño para venderlas entre los internos del centro. El acusado entró en la prisión con dichas sustancias dentro de su cuerpo y cuando las expulsó, los funcionarios registraron su celda y las encontraron.
Según el escrito del Fiscal, al que ha tenido acceso Europa Press, el acusado es mayor de edad y cuenta con diferentes antecedentes como por conducir sin permiso, falsedad documental, tráfico de drogas y varios delitos de robo con fuerza.
Precisamente, el 13 de mayo de 2018 el acusado ingresó de forma voluntaria en el centro penitenciario de Logroño para cumplir la pena de cuatro años de prisión por un delito de tráfico de drogas. Ese día, el acusado llevaba dentro de su organismo diversas sustancias estupefacientes y psicotrópicas, destinadas ocasionalmente al propio consumo y, en mayor medida, a su distribución entre otros internos de la prisión, bien gratuitamente, bien mediante contraprestación económica.
Esta función de correo o distribuidor de sustancias ilícitas altamente demandadas “conllevaría para el acusado una mayor aceptación y un superior ascendiente, ambos retribuidos en dinero o en diversas formas, entre otros presos de la cárcel de Logroño”, según indica el escrito del Fiscal.
El procesado fue destinado al Módulo 6 del Establecimiento Penitenciario y, cuando los funcionarios estimaron transcurrido un tiempo prudencial desde su ingreso, tras el cual el acusado habría expulsado las sustancias ilícitas allegadas a la prisión, a las 14,30 horas del mismo día, sin previo aviso, registraron la celda 19, ocupada exclusivamente por el acusado.
En el registro, se le intervinieron diversas sustancias estupefacientes y psicotrópicas que en dicho acto reconoció el acusado haberlas llevado dentro del recto.
Entre las sustancias incautadas se encuentran hachís, marihuana, cannabis, heroína y anfetamina, entre otras. Las sustancias intervenidas se hubieran vendido en el mercado clandestino por 695,64 euros.
Para el Fiscal, estos hechos son constitutivos de un delito contra la salud pública y concurre en el acusado la circunstancia agravante de reincidencia. Procede a imponerle las penas de ocho años de prisión y multa de 695,64 euros.