Un 'reality' grabado en alta mar conjugará teatro y navegación en condiciones extremas
Un actor y director, dos actrices, un capitán, un cámara y un armador. Esa es toda la tripulación que zarpará este próximo sábado, 30 de marzo, del puerto de Lanzarote hacia un viaje muy especial. Por delante les esperan 3.000 kilómetros de navegación por el Atlántico, el Estrecho de Gibraltar y el Mar Mediterráneo en condiciones que nunca antes han conocido. Y todo ello documentado en forma de reality con la idea de que el espectador no pueda distinguir la ficción de la realidad.
El punto de partida de este viaje es la obra del teatro En Altamar del autor polaco Slawomir Mrozek. Un texto que narra las peripecias y la evolución de tres personajes aislados en una balsa en medio del mar que, al más puro estilo tragicómico, deberán decidir a cuál de ellos se comen para sobrevivir.
Ahora César Vea, Guacimara Correa y Cathy Pulido retomarán la obra reinventándola hacia un formato audiovisual. No interpretarán a náufragos en un escenario sino que serán actores de método preparando la función dentro de un catamarán. Tratarán de aportar a los personajes la experiencia real de navegar aislados en medio del mar y el océano, durante más de dos semanas entre Lanzarote y Menorca, sin más compañía que un cámara, un capitán y el armador propietario de la embarcación.
Los tres actores tratarán de imitar al máximo las condiciones que viven los personajes de la obra. Para ello limitarán al máximo el consumo de alimentos y suministros, mezclando continuamente los ensayos y la creación de la obra con la aventura real de vivir 15 días encerrados en un catamarán.
De esta experiencia saldrá un 'docureality' en el que algunas plataformas han mostrado ya interés. Su director, César Vea, tiene claro que será un material audiovisual único ya que reflejará la dureza de una travesía real en barco, los conflictos, algunos friccionados y otros seguramente reales entre las actrices, el director y el resto de la tripulación. Se enfrentarán al tiempo, el oleaje, los mareos y vómitos y la falta de sueño y alimento a la que se expondrán voluntariamente como parte del método teatral.
Además, tendrán que compaginar la interpretación con las necesidades reales de la navegación, haciendo guardias de vigilancia por la noche y exponiéndose al cruce con grandes embarcaciones o incluso al pirateo real que existe en algunas zonas del Atlántico.
Durante el tiempo que dure la travesía tratarán además de realizar conexiones en directo e incluso grabar un podcast por las noches para documentar la experiencia. Y si todo sale bien y llegan a puerto con la obra montada, se plantean iniciar una gira teatral.
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