Ni todo es el cielo, por la primorosa victoria frente al Compostela, ni todo es el infierno, por regresar de A Malata con la primera derrota del curso. Tiempo al tiempo. Que el UD Logroñés se mostró irregular, más vulnerable de lo requerido en defensa, espeso en la circulación y sin juego entre líneas resultó algo notorio. Pese a ello pudo sumar los tres puntos si Mackay no hubiera estirado su mano para despejar a córner una volea de Paredes. Pero el fútbol, y más en esta categoría, no permite alegrías cuando se perdona. La Segunda B exige aprovechar las ocasiones y el Racing de Ferrol estuvo más listo para generar peligro con destellos individuales y explotar las imprecisiones de un bloque que debe mejorar en contundencia y solidez defensiva.
Así se puede entender que entre Heber y Joselu, amén de los goles de Peláez y Borja Domínguez, desarmaran a un conjunto casi inmaculado en esa faceta siete días antes. El desequilibrio y desborde del extremo puso en jaque a Julio Rico primero -pese a que el sevillano lo mantuvo a raya- y a Miguel Santos después, mientras que el delantero se anticipó en las acciones importantes tanto a Borja -con el que más se zafó- como a Santelices. Pero no sólo en defensa no estuvo fino en el UD Logroñés.
En ataque mostró pinceladas: un poste nada más comenzar el choque -acción típica de los blanquirrojos con centro de Titi- y un arreón en la segunda mitad antes de firmar el empate con un auténtico golazo de Titi de libre directo. Entre medias, sólo desde el balón parado había alguna amenaza de peligro, y al final, salvo la acción mencionada de Paredes, intermitencia y poca claridad.
Entendible que el equilibrio deseado por Carlos Pouso no fuera tal. Y eso que resultó una primera parte rara, con poco ritmo, con alternativas, con oportunidades en ambas áreas, con mucho respeto y poco fútbol. Con escasa velocidad en las acciones, salvo las que generaron peligro, ni Racing de Ferrol -cauto ante el vendaval de fútbol de los riojanos en la jornada inaugural- ni UD Logroñés -como acostumbra cuando ejerce de visitante busca la manera de no pasar apuros en el comienzo para ir madurando el choque- se decidían.
Los de Carlos Pouso avisaron. Ahí pudo cambiar la dinámica, como sucediera la temporada pasada en el mismo escenario cuando la falta de remate lastró a los blanquirrojos. Jacobo metió un pase vertical sobre Titi que había dejado a su par a unos metros, suficientes para que el asturiano centrara de lujo e Íker Alegre, irrumpiendo por sorpresa en el primer palo, rematara al poste. Advertencia sobre lo que podía venir. Pero no. Hubo reacción, instantánea de los locales. Desajuste defensivo, Joselu le gana la partida a Borja y asiste para que Heber lance desde la frontal. Miguel ve pasar la pelota, se gira y se la encuentra de nuevo tras impactar en el poste.
Dos chispazos ante el predominio de juego directo, muchas diagonales por parte del cuadro visitante y algo más de control en los locales, aunque sin profundidad. El empate gustaba a ambos contendientes, mientras que el UD Logroñés no se precipitaba, jugaba con el reloj, no arriesgaba. El problema era que el Racing de Ferrol tampoco sufría. Un córner, un par de faltas laterales y un tiro cruzado de Titi, después de una buena presión colectiva, fueron las amenazas de una UDL que no encontraba la manera de que sus hombres de más calidad entraran en juego. Íker Alegre, desquiciado. Pere Milla, desaparecido. Jordan, ausente.
El peligro llegaba a través de Joselu y Heber
Los de Tena -vio el duelo desde una cabina de prensa por estar sancionado- sí que mostraban cómo podían poner en aprietos a su oponente. Heber y Joselu, con mucha movilidad, complicaban a Julio Rico y Borja, respectivamente, y por ahí debía estar atento el cuadro riojano. Con lo que no contaba Paredes fue con tener que decidir. Voy o guardo el sitio. Mientras pensaba qué hacer llegaba Garrido al balón dejando al lateral a medio camino y así poder abir sobre Marcos Álvarez. La acción continuó y Adrián León metía el pie para despejar con la mala fortuna que el cuero le caía mansamente a Peláez, que con un toque sutil la ponía en la escuadra.
Ahora, los blanquirrojos debían dar un paso adelante. Pero fue el conjunto ferrolano el que pudo sentenciar. Joselu hizo un eslalon dentro del área y cedía atrás para que Heber pusiera el segundo, sin embargo aparecía Paredes para desbaratar la gran oportunidad. Había que espabilar. La UDL despertó pero equivocando el enemigo. Gallardo, ya con una cartulina, trabó a Íker Alegre en lo que podía haber significado su expulsión, pero el colegiado -el mismo que dirigió el partido de ida de la fase de ascenso ante Huracán Valencia- no lo consideró. Nervios, tensión... pero sin juego.
Pouso buscó una vuelta de tuerca tras el descanso y después de unos minutos en los que lo más destacado fue una contra local, tras un córner a favor de los riojanos en la que Paredes subsanó la pérdida de Íker Alegre en la medular, tomó cartas en el asunto para arriesgar. Para apostar por jugar entre líneas y tener más claridad en el último pase Santelices dejaba su sitio a Joel Valencia, mientras que Adrián León retrasaba su posición a la de central. Por lo que Jacobo se quedaba como único sostén en un UD Logroñés más activo de medio campo hacia delante.
Golazo de Titi
De esta manera, generó ocasiones hasta empatar: Julio Rico quiso emular a Peláez, pero su tiro, también con la izquierda, se fue alto; Titi probó a Mackay desde la frontal; Paredes buscó la sorpresa con la derecha; Julio Rico remataba de cabeza tras un córner y Borja Domínguez sacaba bajo palos y en el rechace Jordan buscó el imposible con una chilena. Fueron instantes en los que el Racing de Ferrol tenía que encontrar la manera de frenar el ritmo. Y cuando lo hizo, apareció la magia de Titi, que de libre directo colaba la pelota en la escuadra haciendo imposible la estirada de Mackay.
El equipo local, impetuoso tras el tanto encajado, quería resarcirse y empujó para recuperar el dominio del juego. Pouso, cual estratega, movió sus piezas y Birane Ba debutaba, oficialmente, con la elástica blanquirroja para equilibrar al bloque, mientras que Miguel Santos, había salido antes por Íker Alegre, ocupaba el puesto de lateral diestro ante la lesión de Julio Rico. La UDL se podía partir por lo que Pouso dejaba a cuatro hombres, desequilibrantes, por delante ante la posesión de los gallegos.
La emoción se adueñó de la recta final del duelo con opciones para ambas escuadras. Paredes, recogiendo un centro pasado de Titi, enganchó una volea que se colaba hasta que Mackay sacaba una mano espectacular. El Racing de Ferrol montaba una contra y Sam Pettie tiraba cruzado para que Miguel se luciera. Sin respiro. Hasta que Heber encaraba a Miguel Santos, se escapaba con destreza y daba un pase de la muerte para que Borja Domínguez dejara sin reacción al UD Logroñés a 5 del final -más 4 de tiempo añadido-. Lo intentó el bloque riojano con un fútbol más directo, pero a su vez más previsible de defender. No había más opciones. Tocaba esperar a que hubiera una oportunidad. Existió. En las botas de Pere Milla, que de falta lateral quiso sorprender a un decisivo Mackay para que el Racing de Ferrol sumara 3 puntos que, pese al irregular juego mostrado por el UD Logroñés, también pudieron cambiar de dueño.
Racing de Ferrol: Mackay; Garrido, Víctor Vázquez, Catalá (Golobart, min. 88), Maceiras; Iván Forte, Borja Domínguez; Marcos Álvarez (Diego Vela, min. 76), Peláez (Sam Piette, min. 63), Heber; y Joselu.
UD Logroñés: Miguel; Julio Rico (Birane Ba, min. 75), Borja, Santelices (Joel Valencia, min, 55), Paredes; Jacobo, Adrián León; Titi, Pere Milla, Íker Alegre (Miguel Santos, min. 62); y Jordan.
Goles: 1-0, min. 32: Peláez. 1-1, min. 69: Titi. 2-1, min. 85: Borja Domínguez.
Árbitro: Pablo Fernández Pérez (colegio Asturiano). Amonestó a los locales Garrido (min. 34), Heber (min. 39) y Víctor Vázquez (min. 68); y a los visitantes Borja (min. 38), Julio Rico (min. 74) y Miguel Santos (min. 81).