Se encontró el camino de la victoria. Parecía que se negaba en las últimas jornadas, cuatro derrotas en cinco partidos. Era importante volver a sentirse triunfador porque eso permite afrontar el siguiente compromiso con un punto más de confianza, además de contar con el balance positivo. Pero lo conseguido en el Palacio ante Ávila Auténtica (81-69) debe ser el principio de una inercia que permita a los de Jenaro Díaz situarse entre los seis mejores de la igualada conferencia Oeste sin excesivos problemas. Ante el conjunto castellano una gran primera mitad sirvió para que pese a la relajación vivida durante el segundo período se sumara el séptimo triunfo del curso, no sin antes sufrir para reconducir lo que estaba prácticamente finiquitado.
Porque con el 47-27 con el que se llegó al descanso, el Bodegas Rioja Vega se puso a pensar en lo que viene el domingo, nuevo compromiso, en vez de rematar la faena pese las buenas sensaciones de los dos primeros cuartos. Con Parrado y Saintel liderando a los riojanos, los anfitriones mandaban 11-6 (con 9 puntos de Parrado). Ávila reaccionó para empatar mediado el cuarto inicial, 11-11. López desatascaría a los suyos con un triple para cerrar unos diez minutos, 22-16, en los que el Rioja Vega estaba cumpliendo con una de sus asignaturas pendientes, cerrar el rebote defensivo, cuestión que se constataría a lo largo del choque, puesto que sólo permitió cuatro capturas ofensivas a su contrincante. Por ahí, también se puede explicar el triunfo de los logroñeses.
Una canasta de Pérez desde más allá de los 6,75 metros y la continuidad ofensiva de Saintel propiciaron que el Rioja Vega marcara los tiempos con el 30-18. No en vano, el haitiano estaba pletórico en ambos lados de la pista, tapón, sacó una antideportiva a Sidao y realizó un mate, 35-23, que obligó a Sergio Jiménez a parar de alguna manera el partido. Parrado (17 puntos al descanso) se unía al festival local para firmar un 41-24 con aún casi cuatro minutos para el intermedio. Aumentaría la renta gracias a la velocidad de Noguerol -y eso que no anotó- y la cantidad de pérdidas (16 durante la noche) de un Ávila que estaba tocado con el 47-27 después de 20 minutos.
No se podía fiar el Rioja Vega. En un primer momento, no lo hizo. López y Ortiz se retaban desde el triple (50-30), pero Ávila estaba más activada. Prueba de ello fue el 55-40 sobre el minuto 25. Saintel y Pérez minaban la moral de los visitantes con dos triples (61-42), pero los pupilos de Sergio Jiménez se empecinaron en forzar la máquina. Mulero, con 5 puntos, y Sidao, con 4, empezaban a recortar para llegar a los diez últimos minutos con el 63-51. Los nervios de los locales fueron en aumento con el 67-61 a falta de tres minutos. La pájara en ataque del Rioja Vega estaba pasando factura. Volvían los fantasmas de duelos pasados en los que el triunfo estaba casi hecho y al final se terminaba perdiendo.
López daba vida a los riojanos, pero Sidao, en su vuelta al Palacio, machaba el aro para ajustar el marcador, 70-65. Saintel, desde el exterior, fundía los plomos de Ávila que además se encontró con la personal en ataque de García que dejaba en bandeja el triunfo de los locales. Parrado lo aprovechó con una canasta fácil que unido a otra antideportiva dejaba el duelo resuelto 76-65 pese a que en los segundos finales hubiera movimiento en el electrónico, con el definitivo 81-69.