El vagón que explosionó a su paso por la estación de Viareggio en pleno centro urbano, en la madrugada del lunes al martes lleno de gas licuado de petróleo mientras realizaba su trayecto entre Spezia y Pisa, tenía el eje parcialmente oxidado, según ha informado hoy el asesor de protección civil de la región de la Toscana, Marco Betti.
La explosión que originó la muerte de 16 personas y 31 heridos, 21 muy graves, provocó además el derrumbe de dos edificios. Otros sufrieron daños y también fueron desalojados. Los bomberos buscan aún a tres desaparecidos entre los escombros.
Las autoridades han abierto dos investigaciones paralelas, una a cargo del Ministerio de Infraestructuras y la otra de la Magistratura. De momento todo parece indicar que el tren sufrió un fallo estructural en uno de los vagones y descarriló provocando la fuga de gas que posteriormente generó la explosión. El eje oxidado del vagón se encontraba cercano a la cisterna en la que se originó el escape.
El asesor de la protección civil ha destacado el hecho de que en los últimos 20 días se han producido tres accidentes ferroviarios por motivos similares: “la rotura del eje de los vagones”. A este respecto a afirmado que “si es verdad que todo estaba en regla, en el pleno respeto de las normativas y que el vagón podía viajar hasta diciembre de 2009, entonces son precisamente estas [reglas] las que son inadecuadas” y las que “tienen que cambiar”, aseveró.