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Tercer rescate del Nikkei en la misma semana

Rioja2

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La Bolsa de Tokio ha vuelto, por tercer día consecutivo, a sufrir una jornada de infarto. Su apertura coincidía con una nueva explosión en uno de los reactores de Fukushima. Volvía a cundir la alarma. El pánico se transmitía ya hace temblar el parquet ante la incertidumbre de una posible paralización de la actividad económica y los consiguientes daños (a los que hay que sumar ya los cuantiosos provocados por el terremoto y el tsunami). Estas dudas seguirán muy probablemente lo que queda semana y las próximas por la crisis nuclear que podría declararse en el país.

Todo junto obligaba de nuevo al Banco de Japón a inyectar liquidez para dar salida a la necesidad de yenes que se necesita ahora mismo. También el mensaje tranquilizador de la Reserva Federal de EEUU contribuyó a un efectivo rebote en Tokio que cerró sesión con una subida importante de un 5,68%. Sin embargo el Índice Nikkei queda por debajo de los 10.000 enteros y apenas supera los 9.000 (9.093,72 puntos).

La nueva inyección a los mercados hace una suma total de 23 billones que evitarían el colapso financiero de la segunda economía mundial a expensas de lo que suceda en las próximas horas y que tiene en vilo a los inversores. En concreto, este miércoles la aportación de la banca japonesa fue de 13, 8 billones de yenes (alrededor de 122.000 millones de euros). Pero la inyección de ayudas no se queda aquí. Ya han anunciado que lo que resta de semana se entregará una cantidad de 8,8 billones de yenes más.

Este fuerte desembolso pretende también evitar, como aseguró el pasado lunes el primer ministro japonés en un comunicado televisado por la NHK, los ataques de los especuladores. Es más, el hundimiento de la economía japonesa, ya de por sí titubeante, supondría un impacto negativo en el ámbito internacional cuando aún no se ha superado la crisis económica en Occidente.