La Federación de Empleadas y Empleados de UGT (FeSP-UGT) de La Rioja ha solicitado a la consejera de Salud, como máxima responsable de la sanidad en la región, que se realicen test diagnósticos para detectar posibles contagios por el COVID-19 a todas las personas que trabajan en el Centro de Recuperación de Personas con Discapacidad Física (CRMF) de Lardero.
El CRMF de Lardero, puesto por el IMSERSO a disposición de la Consejería de Salud, fue desinfectado el pasado viernes por la Unidad Militar de Emergencias.
Con una capacidad aproximada de cien plazas, el CRMF acogerá a pacientes, derivados del Hospital San Pedro, que hayan recibido el alta pero que deban seguir en cuarentena, y a aquellos con positivo asintomático que no puedan llevar a cabo el aislamiento en sus domicilios.
Según UGT, como en otros centros de trabajo dependientes de la Administración General del Estado, varios trabajadores han presentado síntomas compatibles con la infección por coronavirus, aunque hasta la fecha no se les han realizado las pruebas pertinentes.
UGT asegura ser consciente consciente del esfuerzo que está realizando la sanidad de este país, pero se debe trabajar con las mayores garantías de seguridad y salud, y cuidar a los que nos cuidan.
UGT considera que el personal del CRMF debe ser declarado como servicio esencial. Para proteger y procurar la seguridad, la salud y el bienestar de buena parte de la comunidad hay que dotarle de todas las medidas necesarias en materia de prevención, para minimizar los posibles riesgos de contagio, así como realizar los test diagnósticos, para detectar posibles casos que puedan darse en el personal que accede al centro.