Tras la implantación del programa Padre para la presentación telemática de todas las declaraciones de la renta de los contribuyentes, se puso en marcha el pasado año el SII, Sistema Inmediato de Información, que buscaba facilitar la declaración de IVA a las empresas de más de 6 millones de facturación, obligadas a declarar sus operaciones en tiempo real.
Aunque los seis primeros meses se hizo la vista gorda, desde este mes de enero se está endureciendo su aplicación. Las empresas deben informar de todas sus facturas en un plazo máximo de cuatro días, en vez de los ocho que se establecían hasta ahora. El hecho de no hacerlo supone una sanción de un 0,5% de la factura en cuestión.
Es prácticamente el primer cambio en la gestión del IVA en España desde que entró en vigor este impuesto hace ya 30 años. La adaptación a todas las gestiones electrónicas de empresas, clientes y proveedores se hacía ya necesaria.
Desde Hacienda insisten en todo momento en que se busca colaborar al máximo con las empresas. En este grupo se estima que puede haber unas 63.000 compañías en toda España, de las que 50.000 ya están informando de todas sus facturas emitidas y recibidas, es decir, Hacienda controla ya más de ocho de cada diez facturas que las grandes empresas que se emiten en España.