USCA: “Ha sido muy difícil convencer a una plantilla muy castigada”

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El portavoz de la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA), César Cabo, ha asegurado que ha sido “muy difícil convencer” a los controladores de que volvieran este sábado a sus puestos de trabajo, ya que se trata de “una plantilla muy castigada”.

Cabo, ha indicado que el colectivo “sufrió ayer una provocación en forma de decreto ley, en la víspera de uno de los puentes más importantes del año”.

Asimismo, ha afirmado que espera que “se recupere la normalidad en los aeropuertos cuanto antes”, en cuanto se vayan incorporando los controladores en la próximas horas.

Cabo ha destacado que la “explosión espontánea” que se propagó este viernes por los centros de trabajo ha sido imposible de evitar y ha señalado que aunque el sindicato comprende “el perjuicio ocasionado a los pasajeros y a las compañías”, debe valorarse “la virulencia de la provocación hecha desde AENA”.

“El constante llamamiento a la serenidad de la junta directiva de USCA realizado desde ayer dirigida a un colectivo absolutamente fuera de sí ha conseguido poner fin a una situación que Aena y sólo Aena ha creado”, ha aseverado.

Sobre la situación de los centros de control, Cabo ha señalado que se están reincorporando de manera progresiva los trabajadores y ha confiado en la recuperación de la normalidad de manera paulatina.

Sobre la declaración del estado de alerta aprobada este sábado en el Consejo de Ministros, Cabo ha calificado la situación de “bastante extrema” y ha recordado que no se había producido antes, por lo que señaló que habría que esperar a los efectos de este nuevo marco. No obstante, esta reacción del Gobierno “viene a constatar” que hay una situación “muy difícil” por las provocaciones de los últimos meses.

Cabo ha confiado en el reinicio de las negociaciones a pesar de los desencuentros provocados por el conflicto. “Siempre hemos estado abiertos a la negociación y nunca hemos puesto condiciones a las mismas. Lo único que queremos es que se respeten nuestras condiciones como trabajadores y que no se nos discrimine”, ha aseverado.

Por último, Cabo ha lamentado los problemas ocasionados a los pasajeros, a los que el colectivo no ha querido “perjudicar”. “La situación laboral viene degradándose en los últimos meses y ha llegado a un punto en el que explotó sin que el sindicato pudiera controlarlo. Hemos tardado unas horas”, ha concluido.