Victoria con sufrimiento

Rioja2

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El Naturhouse se ha propuesto sufrir y hacer sufrir, pero también darse un alivio en la tabla. Y lo está consiguiendo gracias a los partidos que está disputando en casa, donde saca una cara más que decente teniendo en cuenta los problemas que está teniendo su entrenador para conjuntar al grupo.

En la visita de Fraikin Granollers, el equipo riojano pasó con muchos sudores todos y cada uno de los segundos del encuentro. Empezó perdiendo y, pese a recuperarse antes del final de la primera mitad, no pudo nunca distanciarse más allá de cuatro goles. Como esos ciclistas que hacen la goma, los ciclistas caían tres abajo y volvían a ponerse a uno, o incluso a igualar. El público se temía que, al final, tanto estar a la expectativa acabase en vuelco in extremis, pero, por suerte no fue así. Cuando sólo quedaban diez para la conclusión, un gol de Belaustegi puso al Naturhouse cuatro arriba y a cada siguiente gol del Fraikin respondió el equipo riojano. Así certificó una victoria que permite aliviar las heridas y descansar en la zona tranquila de la tabla.

Eso sí, tres cuartas partes del encuentro estuvieron marcadas por una actuación arbitral cuanto menos extraña, que masacró a los logroñeses con lanzamientos de siete metros en contra y permitió más contacto en el bando catalán.

El partido empezó veloz, con un primer tanto del Granollers por medio de Andreu. Los catalanes se fueron por delante hasta el minuto 8, en el que Amargant ponía el empate a 4. Siguieron mandando los hombres de Granollers, aunque sin lograr quitarse de encima una sensación de incapacidad para marcar diferencias reales.

Para el minuto 14, Masachs, perfecto en ese primer tramo del encuentro, dejaba a su equipo por primera vez por delante en el marcador y Havard lo ponía tres arriba con dos goles consecutivos (9-6). Y ahí empezó la historia de la goma que nunca se rompía, ni para un lado ni para otro. Al descanso se marcharon los riojanos con 13-11 en el marcador y muchas dudas sobre si serían capaces de mantenerse arriba.

La vuelta de vestuarios fue con las peores sensaciones: Antonio García acercaba a los catalanes 13-12 en apenas 30 segundos. Pero, en el fondo, el suspense del partido era de cartón piedra. Ni el público ni los jugadores lo sabían, pero Granollers sería incapaz de superar los fallos del rival con aciertos propios.

Hubo un momento de tensión, de miedo escénico para el Naturhouse: cuando en el minuto siete, Ferrer ponía, desde los siete metros y entre gritos de “manos arriba, esto es un atraco”, al Granollers por delante (14-15).

Los de Jota se recompusieron y volvieron a marcar el ritmo. El irregular: el bueno cuando los catalanes les respiraban en la nuca y el trotón cuando los veían descolgarse. No fue un buen partido, pero pedir más es como eso de las peras y los olmos.

Al final, fue Belaustegi quien puso la distancia de la tranquilidad (24-20) hasta el 28-25 final.

Naturhouse: Aguinagalde, Parra, Fis (1), Romero (2), Aguirrezabalaga (3), Belasutegui (5), Novelle (1), Amargant (2), Tvedten (10, 2 de penalti), Masachs (3) y Oneto (1).

Fraikin Granollers: Alamo, Puyol (3), Andreu (3), Raigal (1), Ferrer (3, todos de penalti), García (4), Campos (2), Sigtryggson (1), Nowak, Pérez Canca (1), Viver (2), Svitlica (3, 1 de penalti) y Davic Cutura (2, 1 de penalti).

Parciales: 3-4, 4-6, 6-6, 9-7, 12-9, 13-11 (descanso), 14-14, 17-15, 19-17, 21-19, 24-21 y 28-25 (final)

Árbitros: Miret Pallarols y Alonso Povea (comité catalán). Excluyeron a los locales Amargant y Oneto, en dos ocasiones; y a los visitantes Andreu, Ferrer, Sigtryggsson, Nowak y Viver.

Incidencias: 1800 espectadores en el Palacio de los Deportes.