La campana de ‘La Verdad’ vuelve a sonar en La Palma 120 años después de su naufragio
Un acto emotivo que ha revivido el pasado marinero de Santa Cruz de La Palma. La campana del mítico velero La Verdad, construido en los astilleros de la capital palmera y botado el 12 de abril de 1873, que llegó ayer a la Isla a bordo de una réplica de la nao Santa María, ha sido entregada este jueves oficialmente al alcalde de Santa Cruz de La Palma, Sergio Matos, por el capitán de la Santa María, Manuel Murube, con la presencia de miembros de las familias Arozena, Yanes y Sosvilla, vinculadas estrechamente con ilustres palmeros que protagonizaron una etapa esplendorosa de la navegación en el siglo XIX. La Asociación de Recreación Histórica Los Doce de su Majestad subieron a la nave y rindieron honores.
La Verdad naufragó en 1899 en las cosas de las Islas Bermudas, cuando retornaba a La Palma desde Cuba, y la campana de la bricbarca ha vuelto a sonar este jueves en la bahía de Santa Cruz de La Palma 120 años después de aquel fatídico viaje.
La ceremonia de entrega de la campana, donada a la Isla por el abogado y marino norteamericano Thomas Coox, que la tuvo en su poder durante 40 años, ha tenido lugar a bordo de la nao Santa María con la presencia, entre otros, del presidente del Cabildo, Anselmo Pestana, y del responsable de la Autoridad Portuaria, Ricardo Melchor.
Luis Gortázar, de la empresa Gaia, que gestiona el Museo Naval de Santa Cruz de La Palma, hogar definitivo de la campana de La Verdad, presentó el acto y lo calificó de “momento histórico y mágico. ”Hoy hacemos un reconocimiento a las familias de los descendientes de marineros, armadores y constructores palmeros que escribieron una de las más bellas páginas de la historia naval no solo de Canarias sino de España“, aseguró.
Manuel Santana Arozena, intervino en representación de la familia Arozena y subrayó que “voy a hablar más desde el corazón que desde la razón”. Reconoció “la tenacidad” de Carmen Concepción, directora del Museo Naval, a la hora de lograr que la campana regresara a La Palma, y recordó que
“con don Cayetano Arozena y doña Catalina Lemus, que se casaron en 1805, comenzó la línea troncal familiar de los Arozena; ellos nunca pudieron imaginar que generaciones y años después conmemorásemos su recuerdo y su huella histórica conjuntamente con las familias Yanes y Sosvilla en la historia de Canarias”. También mostró su gratitud a Thomas Coox por “su gesto altruista y generoso”.
La familia Yanes, armadores, que protagonizaron la Carrera del tonelaje, estuvo representada por Victoria Yanes, quien manifestó que “queremos aprovechar estos momentos para agradecer a Carmen Concepción su esfuerzo y tenacidad en la localización, después de 120 años, de la campana del velero La Verdad, y especialmente al señor Thomas Coox por haber sido fiel a sus sentimientos de que retornara a su ciudad de origen donándola al Museo Naval de Santa Cruz de La Palma, un hecho que para nosotros ha sido muy emotivo y entrañable, porque su armador fue nuestro antecesor Juan Yanes”.
El capitán Sosvilla, fue el último capitán de La Verdad y vivió su naufragio. La representante de los Sosvilla, también agradeció a Carmen Concepción su labor y lamentó que Thomas Coox no estuviera presente en el acto, aunque “lo sentimos en el corazón”. “Nuestros abuelo y bisabuelo se sentirían muy orgullosos de que hoy estemos aquí representada parte de su familia. Viví mi infancia con los recuerdos de La Verdad”.
Luis Gortazar agradeció el apoyo que habían tenido de diferentes instituciones en el retorno de la campana. Entre las mismas citó a la Fundación Nao Victoria, propietaria de Santa María, la Autoridad Portuaria, el Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma o el Cabildo.
El presidente del Cabildo, Anselmo Pestana, reconoció a Carmen Concepción y a Luis Gortázar la intensa labor desarrollada para recuperar “una parte bonita de nuestra historia”. “Los pueblos que recrean su historia, que la recuerdan y la homenajean también merecen un futuro mejor”, afirmó.
El capitán de la nao Santa María, Manuel Murube, admitió que “desconocía la magnitud de este evento”. Relató “el periplo de la famosa campana”. “Un americano se dirigió a nosotros cuando estábamos en Estados Unidos y desde el año pasado la campana ha estado a bordo del Galeón en todo el periplo de la costa este y al final, con la temporada de huracanes en su apogeo, llegamos a Vigo; posteriormente pasó a la nao Victoria, que la llevó a los astilleros donde se estaba construyendo la nao Santa María, y aquí está vuestra campana; yo a nivel particular me siento muy orgulloso y espero que la vayáis a ver al Museo Naval y que visitéis también la Santa María”.
Sergio Matos apuntó que “como si de un milagro se tratara, la ciudad de Santa Cruz de La Palma pone fin en esta jornada a un largo periplo iniciado en el antiguo astillero de la ciudad en 1873, cuando se procedía al lanzamiento al mar de la bricbarca La Verdad, que se erigió en un símbolo de las artes palmeras de la construcción naval y en un signo de éxito comercial insular de aquellos años representado por la Casa Yanes”. “El regreso a su origen de la campana de La Verdad es un síntoma más de ese vuelta a ese pasado remoto que logró situar a La Palma en un puesto privilegiado dentro del conjunto del Archipiélago gracias al trabajo de empresarios y artesanos industriales”, añadió.
La campana fue portada hasta el Museo Naval por los Doce de Su Majestad y a su llegada al espacio museístico se estableció una conexión en directo con Thomas Cox, el ciudadano norteamericano que donó la pieza y que visitó recientemente La Palma, pero que no ha podido estar hoy presente en el acto porque la nao Santa María se retrasó debido a dos sucesivas borrascas.