Las elecciones europeas del PSOE

Desde siempre las elecciones europeas se han utilizado como un termómetro –un tanto inútil y casi siempre fallido– para medir los apoyos que tiene el Gobierno de turno. En España y en toda Europa. Pero pocas veces un partido político ha presentado abiertamente estos comicios como unas auténticas “elecciones generales”, tal y como hizo este lunes la candidata socialista, Elena Valenciano, ante los secretarios provinciales de su partido.

En un discurso inicial antes de la reunión, la candidata no tuvo reparos en reconocer que los próximos comicios europeos del 25 de mayo “nos los tenemos que tomar como si fueran unas elecciones generales, y así se los toma la dirección, el partido, y yo”, afirmó.

Y a continuación explicó el motivo: “Lo último que puede suceder es que el PP vea refrendadas sus políticas en estas elecciones. No puede ser que estas elecciones las vuelva a ganar el PP”.

Sin tapujos, Valenciano desveló que la línea de campaña del PSOE tiene un lema interno muy claro: “¡Castigad al PP!”. Y, con toda seguridad, va a ser la pieza clave de su estrategia electoral.

La vicesecretaria general de los socialistas ha decidido poner toda la carne en el asador para ganar estas elecciones, tal vez, para devolverle el favor a Alfredo Pérez Rubalcaba por haberla designado como cabeza de lista, y hasta para abrirle una rendija por si el actual secretario general del PSOE decidiera presentarse a las primarias de noviembre.

La osadía no deja de ser grande porque, si el PSOE plantea las elecciones europeas en estos términos, está claro que juega al “todo o nada”. Valenciano será eurodiputada en cualquier caso pero, si no logra ganar, al PSOE le espera una tormenta interna de dimensiones impredecibles al día después, donde no son pocos los “barones” que pedirían un congreso extraordinario de forma inmediata.

A Valenciano se la vio este lunes muy segura, hizo un discurso con mucho brío y se la notó convencida de sus fuerzas. Puso encima de la mesa de forma nítida que la actual dirección del partido ha decidido jugársela en estas elecciones europeas y vaticinó su triunfo, aunque aún no está muy claro que el PSOE pueda llegar a ganar, según varias encuestas.

La candidata socialista, que, como ella se definió, es “muy trabajadora”, ya está diseñando una campaña propia de generales donde participarán todos a su lado. Los presuntos candidatos a las primarias, las viejas glorias, los amigos y los enemigos.

La actual dirección del PSOE tiene claro que es su última bala si quiere continuar al frente del partido lo que le resta de mandato hasta 2016 y, por ello, ha convertido estas elecciones europeas en su propio test interno.

No creo que haya que tomarse estos comicios como unas elecciones generales, pero tengo claro que el PSOE los va a interpretar como las primarias de las primarias. Donde los tres, cuatro o cinco precandidatos querrán tener su espacio, donde Rubalcaba buscará reforzarse si logra la victoria, y donde en todo caso el resultado marcará los acontecimientos internos en este partido.