¿Y si al final no hay primarias en el PSOE?

El secretario general del PSOE de Aragón, Javier Lambán, despertó una sonrisa en el Comité Federal del pasado sábado cuando dijo que él ya había hecho “las mejores primarias posibles: las que no se celebran”.

El comentario vino a raíz de que, aunque se abrió el proceso, ninguno de los dos aspirantes a ser candidatos por el PSOE a la presidencia de Aragón lograron los avales suficientes para convocar la votación.

La broma, la carcajada y todos los comentarios que se suscitaron a la salida de la reunión sobre esta anécdota sólo vienen a corroborar que a los socialistas les sigue sin gustar mucho este proceso de primarias, a pesar de que presuman del relativo éxito de participación obtenido en Valencia.

Pero, además, entre algunos miembros del Comité Federal se extendió el rumor, el temor y la duda de si al final habrá primarias en noviembre para elegir al candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno. En teoría, el proceso está aprobado, la fecha elegida y el reglamento hecho. Pero, algunos dirigentes, ni lo terminan de ver, ni se lo terminan de creer.

Hay dos argumentos que esgrimen para una hipotética suspensión de las primarias a las elecciones generales. El primero apunta a una derrota del PSOE en las elecciones europeas y al extendido rumor –no del todo confirmado– de que Andalucía pediría la celebración inmediata de un congreso extraordinario si eso ocurriera.

De iniciarse este proceso, sería absurdo elegir un líder en septiembre –antes no se podría convocar– y dos meses después abrir un proceso para elegir otro. Por ello, hay un sector del partido que opina que aunque el PSOE pierda las europeas se debe mantener el calendario tal y como está.

El segundo argumento, que preocupa más, es una coincidencia entre un posible adelanto de las elecciones catalanas a noviembre, coincidiendo con la campaña de primarias del PSOE. A todo el mundo le podría parecer lógico suspender o aplazar el proceso de primarias ante unas elecciones que, previsiblemente, tienen tanta trascendencia política.

Los que están a favor de esta suspensión ya dicen que no tendría sentido afrontar las elecciones catalanas mientras el PSOE está eligiendo a su líder para las generales. Quienes opinan así optan por aplazar el proceso a febrero o marzo, pero ya están muy cerca las municipales y autonómicas que se celebrarán el último domingo de mayo.

Desde Ferraz ambas hipótesis se consideran un disparate y aseguran que el proceso de primarias se cumplirá como está decidido, que es irreversible, y que ningún acontecimiento externo cambiará lo aprobado por los máximos órganos del partido.

También creo que habrá primarias sí o sí, y en el calendario previsto. En caso contrario, el PSOE se suicidará.