12.414 euros por paciente y dos semanas en UCI: radiografía de las derivaciones COVID en Madrid durante la primera ola
A lo largo de 99 días el sistema público sanitario de la Comunidad de Madrid tuvo que echar mano de la red privada para asumir las infecciones de COVID que llegaban a los hospitales públicos durante la primera ola de la pandemia. Tras la irrupción del virus y la aprobación del estado de alarma, el 14 de marzo del 2020 el Gobierno autonómico recurrió al 'mando único sanitario' ante el colapso de la red pública. Por la asistencia a pacientes contagiados con coronavirus en ese periodo, el Ejecutivo regional ha abonado 25,5 millones de euros. La factura asciende a 35 millones con los pacientes derivados por otras patologías.
Durante los meses en los que estuvo en vigor el primer estado de alarma, por las camas de los hospitales privados pasaron 1.950 infectados derivados por la Consejería de Sanidad, 108 de ellos estuvieron ingresados en UCI. La documentación facilitada por el portal de transparencia autonómico a esta redacción permite ahondar en el funcionamiento de estos traslados, amparados por la Orden SND/232/2020 del Ministerio de Sanidad, y para los que se habilitaron 34 centros de la red privada.
La estancia media en estas instalaciones fue de 12 días en planta y 15 en UCI. Teniendo en cuenta estos datos, el coste medio por paciente infectado con Covid y derivado entre los meses de marzo y junio ascendió 12.414 euros. El Hospital Doce de Octubre y el Infanta Sofía fueron los centros que derivaron al mayor número de estos contagiados. Por su parte, HM Montepríncipe y HM Puerta del Sur, los que recibieron mayor afluencia de ingresados con este perfil.
Grupo HM recibió el mayor volumen de derivaciones
El grupo propietario de estos dos centros, HM hospitales, asumió el mayor volumen de pacientes infectados, sus instalaciones acogieron alrededor del 30% de derivaciones de pacientes COVID que se realizaron en la primera ola. Estos traslados estuvieron vigentes hasta el 21 de junio de 2020, cuando se puso fin a las derivaciones de la primera ola. La Comunidad volvió a recurrir a este mecanismo tras el repunte de la emergencia sanitaria que se produjo después de las celebraciones navideñas, entre enero y mayo de 2021.
Teniendo en cuenta un informe de la consultora KPMG, realizado a petición de la Asociación de Centros y Empresas de Hospitalización Privada de Madrid, la Comunidad de Madrid tasó el coste diario de la estancia en planta en 875,59 euros y en 2.486,22 euros el de la asistencia en UCI. El desglose total de la factura pagada por la Comunidad por las derivaciones de pacientes COVID en la primera ola se ha dividido en 20 millones abonados por los ingresos en planta; 3,9 millones, por la estancia en UCI y 1,5 millones, por los gastos de adaptación. Este último concepto se ha utilizado para afrontar los desembolsos realizados por las empresas para habilitar sus instalaciones durante las primeras semanas de la emergencia sanitaria.
Finalizada la atención prestada, las empresas tuvieron que redactar una solicitud para recibir la indemnización pertinente por parte de la Comunidad. Algunos centros no se limitaron solo a exponer a cuántos pacientes atendieron, también dejaron constancia de otros costes que tuvieron que asumir. En el caso del hospital Hestia Madrid, su responsable alegó en esa reparación económica que el centro tuvo que “permanecer totalmente abierto y con sus medios a plena disposición durante la fase más dura de la pandemia, a pesar del menor volumen de derivaciones en el ámbito de los conciertos”.
Volviendo a los datos de la primera ola, el tiempo de permanencia es variado. Aquellos hospitales que están especializados en media estancia, como Hestia Madrid y Fundación Instituto San José, acogieron a pacientes que estuvieron ingresados de media 35 días. El primero, que pertenece al grupo Hestia Alliance, es además el centro que ha recibido la indemnización más elevada por la asistencia prestada durante la primera ola de la pandemia: 3,9 millones de euros por atender a 144 pacientes. Un paciente, procedente del Hospital La Paz, llegó a estar ingresado 217 días: entró el 20 de marzo y el 23 de octubre fue dado de alta. Otro, tras 257 días, continuaba hospitalizado en el momento en el que enviaron la documentación a la Consejería de Sanidad. De los 144 pacientes que fueron derivados, 25 fallecieron en el centro.
La información facilitada por Hestia a la Comunidad de Madrid, y a la que ha accedido elDiario.es a través del portal de transparencia, ayuda a conocer cómo funcionaron las derivaciones en este centro de 341 plazas durante las peores semanas de la emergencia sanitaria. Los paciente que llegaron a sus camas procedían de siete hospitales públicos diferentes y de un centro de mayores, la residencia concertada Amavir de Colmenar Viejo. A pesar de que el protocolo que obstaculizó las derivaciones ya estaba vigente –Infolibre publicó que esas instrucciones que trató de ocultar el Gobierno autonómico fueron firmadas digitalmente los días 18 y 20 de marzo– Hestia recibió a diez residentes entre el 24 y 25 de marzo: tres de ellos fallecieron, seis recibieron el alta voluntaria y uno de ellos fue trasladado a La Paz.
Se facturó asistencia a residencias
La mutua Fraternidad Muprespa también ha facturado los servicios prestados en tres residencias dependientes de la Comunidad de Madrid, una enfermera y dos auxiliares de enfermería estuvieron trabajando en centros de mayores entre el 15 de abril y el 18 de mayo de 2020 a jornada completa. Por esa labor, la compañía reclamó “5.514,38 euros por los costes del personal sanitario desplazado a centros ajenos en cumplimiento de las instrucciones” de la Consejería de Sanidad, según la factura emitida por la mutua. Además, en el hospital que tienen en la capital atendieron a 21 pacientes, con una estancia media de diez días.
Junto a Hestia Madrid, la Fundación Instituto San José también ha registrado una estancia media superior a los 30 días. No llama la atención este dato si se tiene en cuenta que la estancia de los hospitalizados en 2020 fue de 47,43 días, según la memoria publicada por la institución. Fuentes del centro explican que en sus instalaciones los ingresados suelen tener un “perfil de estancia muy prolongado” porque requieren “rehabilitación funcional o neurológica”.
Por lo tanto, sobre el perfil de los pacientes durante la primera ola de la pandemia, estas mismas fuentes destacan que sufrían “un COVID-19 leve”, ya que no cuentan con UCI para atender a ingresados más graves. En estos casos, si las patologías se complican los hospitalizados suelen ser derivados a hospitales de agudos. Por esta Fundación pasaron 14 enfermos derivados del sistema público de salud y la Comunidad de Madrid ha abonado 452.680 euros por la asistencia prestada. Tanto en Hestia como en la Fundación Instituto San José el importe medio pagado por paciente es de los más elevados, por encima de los 30.000 euros.
Cinco hospitales superaron el centenar de pacientes derivados por la Comunidad de Madrid: HM Montepríncipe (170), HM Puerta del Sur (162), Hestia Madrid (114), HM Madrid (106) y Hospital Fuensanta (100). En los tres hospitales del grupo HM el coste medio por estancia ha oscilado entre los 7.600 y los 8.600 euros. Por su parte, en Fuensanta el Gobierno ha desembolsado 12.626 euros de media por cada uno de los pacientes atendidos. Las elección de las derivaciones se realizó “por criterio clínico y dada la reorganización asistencial que se produjo en todos los centros” del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS), exponen fuentes de la Consejería.
El grupo HM recibió el mayor número de derivaciones Covid que se realizaron entre marzo y junio de 2020, 625 de los 1.834 pacientes que fueron traslados fueron atendidos en uno de sus centros. Aunque el origen es muy variado, alrededor de un tercio (202) procedían del hospital Doce de Octubre y más de un sexto (113) del Infanta Sofía.
En la mayor parte de los casos, los grupos privados reciben pacientes de muchos hospitales, la distribución está muy repartidA. Sin embargo hay una excepción: los hospitales concesionados de Quirón —Fundación Jiménez Díaz, Rey Juan Carlos e Infanta Elena— derivaron a la mayoría de sus pacientes a hospitales privados del mismo grupo. Ni la Consejería de Sanidad ni la compañía privada han aclarado a elDiario.es el funcionamiento de esos traslados.
La factura por la asistencia a pacientes COVID durante la primera ola de la pandemia asciende a 25,5 millones de euros, aunque la cantidad se puede incrementar ya que la Consejería tiene todavía tres solicitudes por tramitar.
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