El Pleno del Ayuntamiento de Móstoles ha reprobado este lunes a la alcaldesa del municipio, Noelia Posse (PSOE), por colocar a familiares y amigos en cargos públicos. La reprobación, que fue presentada a principios de octubre por los grupos municipales de PP, Ciudadanos y Vox, se ha aprobado este lunes con 17 votos a favor y 10 en contra. Únicamente los socialistas han votado en contra.
La regidora ha llegado a este punto sin el apoyo de sus socios de Gobierno ni de parte de su partido, que ha suspendido cautelarmente la militancia de Posse y ha impulsado un Comité de Ética para investigar la polémica de los nombramientos..
Los concejales de PP (6), Ciudadanos (5), Podemos (2), Más Madrid Ganar Móstoles (2) y Vox (2) han alzado las manos para votar a favor de la reprobación y han pedido la dimisión de la regidora. Los ediles han lamentado la situación “bochornosa” que afecta a la segunda ciudad con más habitantes de la Comunidad después de Madrid desde hace más de un mes.
La portavoz de Más Madrid, Susana García, ha acusado a Posse de convertir a Móstoles en “la capital del enchufismo”; José Antonio Luelmo, de Ciudadanos, ha apuntado a que la regidora tiene “el dudoso honor” de ser la primera alcaldesa de Móstoles a la que se le hace una reprobación, y el portavoz de Vox, Israel Díaz, ha considerado necesario aclarar que “lo mismo haría” su partido si el puesto de Posse lo ocupara un hombre: “Para que no se me acuse de misógino, ni haya victimismos”.
“La reprobación es individual, se hace a una persona concreta, no a todo el PSOE”, ha precisado Mónica Monterreal, la portavoz de Podemos, el único socio de Gobierno que le queda a Posse. “No nos parece bien lo sucedido, ni ético, ni aceptable, aunque sepamos que es legal”, ha señalado.
“Nadie es perfecto, pero nosotros asumimos los errores”, se ha excusado el portavoz socialista, Alejandro Martín. Martín ha criticado el “circo montado” en el Pleno por los partidos y ha dicho que “ninguno pasa la prueba del espejo”. Y Posse ha aprovechado el último momento antes de la votación para defenderse: “En esta caza de brujas hay más mentiras que verdades, yo no he cometido irregularidad alguna”.
La crisis en el PSOE de Madrid comenzó hace más de un mes tras las críticas a la alcaldesa por nombrar a su hermana, Laura Posse, coordinadora de Mensajes y Redes Sociales en un puesto de libre designación y con un salario de 52.000 euros al año. La regidora defendió la “legalidad” del nombramiento, su hermana finalmente dimitió del cargo “por humildad”. La polémica se agudizó cuando la lista de enchufados se hizo cada vez más larga, con más nombramientos y ascensos irregulares: el de su tío, el de su expareja, el de amigas íntimas.
El Ayuntamiento insistió entonces en que Posse no había hecho “nada ilegal” y había “reconocido sus errores, pedido perdón y rectificado”. Ni el rechazo de los vecinos, ni la oposición de uno de sus socios de Gobierno --Más Madrid Ganar Móstoles abandonó el Ejecutivo municipal y dejó a Posse en minoría, con sus diez ediles y dos de Podemos--, ni la presión de su propio partido la hicieron dimitir.
La Ejecutiva del PSOE de Madrid llevó a la alcaldesa ante un Comité de Ética como un paso previo a abrirle expediente y solicitar, “si es pertinente”, su renuncia. Posse compareció ante el órgano de control, que ahora deberá emitir un informe y, en función de eso, abrir un expediente que podría derivar en la expulsión del partido. La dirección federal socialista, por su parte, ha quitado cautelarmente la militancia a Posse hasta que se resuelva el procedimiento.
La alcaldesa se enfrenta, además, a una amenaza de moción de censura. Ciudadanos ya ha iniciado la ronda de contactos para valorar la posibilidad de presentarla. El secretario general del PSOE de Madrid, José Manuel Franco, ha abierto la puerta a relevar a la alcaldesa con otro candidato socialista y los dos socios que hicieron posible la investidura de Posse con un gobierno en coalición, Podemos y Más Madrid Ganar Móstoles, están dispuestos a apoyar la moción. La alcaldesa, de momento, se aferra a su cargo.