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Ayuso saca adelante la ley de los VTC gracias a Vox y los taxistas son expulsados de la Asamblea

David Noriega

2 de junio de 2022 12:26 h

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Ayuso ha conseguido sacar adelante la nueva ley de transportes que permitirá a los VTC seguir operando en la Comunidad de Madrid como hasta ahora. Lo ha hecho gracias a la abstención de Vox, que permitirá que la ley comience a tramitarse por lectura única, sin debate en comisión ni enmiendas de los grupos. La votación ha caído como un jarro de agua fría en la tribuna de invitados, desde donde presenciaban el pleno varios taxistas, que han reaccionado con abucheos y han sido expulsados de la Cámara por la presidenta de la Mesa, Eugenia Carballedo.

Los taxistas estaban pendientes de la decisión del partido de extrema derecha, que ha mantenido hasta el último minuto el suspense sobre su decisión. A última hora de la tarde será la votación definitiva para que sea aprobada la reforma, que con la posición de la extrema derecha esta mañana ya está encaminada. A primera hora de este jueves, habían adelantado que no votarían a favor de la ley, pero se abrían a la abstención si el Ejecutivo se avenía a pactar algunas medidas. Esta es la fórmula por la que han optado, como vienen haciendo durante toda la legislatura para facilitar que salgan adelante las medidas clave del Gobierno de Ayuso en la región. Tras ver en la pantalla los 62 votos a favor del PP, los 56 en contra de Más Madrid, PSOE y Unidas Podemos y las 11 abstenciones de Vox que permiten la tramitación por la vía rápida, los taxistas invitados han mostrado su rechazo, algo que no permite el reglamento de la Cámara.

A las puertas de la Asamblea, un grupo de taxistas también han recibido la aprobación de la norma entre protestas y bocinazos de sus vehículos, aparcados frente al edificio de la Cámara regional. “Estáis vendiendo a vuestro país”, increpaban a voces mientras tiraban billetes falsos con la cara de Ayuso en los que preguntaban: “¿Por cuánto te vendes?”. También se han escuchado gritos contra el líder de Vox. Con la reforma de la ley, que debía estar aprobada antes del mes de octubre, se permite a empresas como Uber, Bolt y Cabify seguir operando en la Comunidad de Madrid.

A la espera de cómo se redacte el desarrollo reglamentario, los vehículos con conductor funcionarán como hasta ahora: no pueden circular vacíos buscando pasajeros por la calle, tienen que precontratarse vía aplicaciones y no disponen de paradas específicas. Podrán, por tanto, seguir operando dentro de la ciudad y no solo para servicios interurbanos, para lo que, en un principio, estaban definidos los VTC. El acuerdo que Vox dice que ha arrancado al Ejecutivo es “aprobar un reglamento que tenga en cuenta las reivindicaciones del taxi”, y en el que ya estaba trabajando la Comunidad de Madrid. De hecho, entre las condiciones que ha puesto la extrema derecha para esa nueva normativa está que se mantengan para los VTC “las mismas condiciones de servicios previamente contratados”, lo que ya ocurre, o que se establezcan “las condiciones por las que pueden circular sin pasajeros, sin que por ello tengan que volver a una base o punto fijo”, a lo que el sector del taxi se niega.

Para los taxistas, exigen, entre otras cosas, que se elimine el número de licencias que pueden tener los taxistas, que ahora está en tres y que se liberalicen los horarios, algo que ya propone el PP. De hecho, desde la consejería de transportes aclaran que las medidas pactadas pasan por eliminar la restricción de tres licencias por titular; establecer las condiciones en las que los VTC pueden circular sin pasajeros; establecer un régimen tarifario en contratación previa que promueva la competitividad y libertad horaria.

“El PP, el consejero, la presidenta y Vox nos han engañado”

El sector del taxi, no obstante, ha mostrado su intención de llevar esta reforma ante el Tribunal Constitucional, aunque “tengan que vender el taxi para pagar abogados”. “Vamos a ir hasta el final para denunciar la corrupción y a los políticos vendidos. Somos autónomos y nos están despreciando de forma sistemática y abrumadora. El PP, el consejero, la presidenta y Vox nos han engañado”, ha afirmado el presidente de Federación Profesional del Taxi, Julio Sanz, que ha considerado que la ley es “una chapuza” y que “abstenerse es igual que votar a favor”.

En la Comunidad de Madrid hay actualmente unas 16.000 licencias de taxis de las que, según la oposición en la Asamblea, viven unas 25.000 familias en la región. Vox es consciente de lo que se juega también en Andalucía, a las puertas de unas elecciones autonómicas. Por eso, cuando el diputado del partido en Madrid, Javier Pérez, subió a la tribuna, lanzó el mensaje “a los taxistas de Madrid, de Andalucía y de toda España” y “a los conductores de VTC de Madrid, de Andalucía y de toda España” de que “solo Vox ha estado trabajando” para que ambos sectores puedan convivir. “Saben que hemos sido los únicos que hemos estado con ellos”, ha afirmado. Mientras, en la calle se escuchaban gritos de “Abascal, patriota de mierda”, contra el líder de Vox.

Por su parte, Sanz ha afirmado que se sienten “engañados” con la reforma y ha llamado “vendidos” a los diputados de Vox. “Ayer Vox decía que votaba en contra, hoy algo se ha movido a última hora para hacer que se abstengan. La abstención es como votar a favor y ha salido adelante una inmundicia por el procedimiento de urgencia y lectura única. La indignación es tremenda”, ha dicho.

Minutos antes de la votación, el recién nombrado portavoz del PP en la Asamblea, Pedro Muñoz Abrines, ya había mostrado su confianza en que el final “sería satisfactorio para todas las partes”. “Es una norma básica y fundamental si queremos que convivan como lo llevan haciendo muchos años”, aseguró. Por su parte, la presidenta de la Comunidad de Madrid ya había advertido que “aquí no se va a ir en burra, como quiere Colau”.

El Ejecutivo de Ayuso nunca ha ocultado su intención de liberalizar el sector del transporte con conductor. “El servicio del taxi es fundamental, es un servicio público y queremos ayudarles”, pero “no será arremetiendo contra los ciudadanos, contra la libertad y contra la libertad de empresa”, aseguró este jueves durante la sesión de control al Gobierno. Un día antes, su portavoz, Enrique Ossorio, también confiaba en el apoyo de Vox “porque es algo que hay que hacer”. “Si los madrileños ven que a partir de octubre desaparecen las VTC de las calles, no lo van a entender”, advirtió.

Ossorio indicó ayer que el Ejecutivo está “trabajando en un reglamento del taxi, para quitar restricciones y que no sean un lastre para el sector”. “Lo que queremos es que los taxistas compitan en igualdad de condiciones”, afirmó. “Les estamos planteando medidas de liberalización del taxi, pero ellos no quieren”, reconoció el consejero. Los taxistas que este jueves se acercaron a protestar a la Asamblea aseguraban que “no hay una negociación cuando se quiere imponer un modelo de transporte”.

En enero de 2019, en pleno conflicto con el sector del taxi y en medio de una huelga que se alargó durante 16 días, el entonces ministro de Transportes, José Luis Ábalos, impulsó una moratoria de cuatro años para que fueran las Comunidades Autónomas quienes legislasen sobre las VTC. Si no lo hacían antes de octubre de 2022, estos vehículos de transporte con conductor no podrían operar en las ciudades.