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Carmena intenta contrarrestar la espantada de Wanda con datos de su gestión económica

El Ayuntamiento de Madrid, dirigido por Manuela Carmena, lleva tiempo preparándose para contrarrestar los posibles efectos negativos que pueda generar la espantada del grupo Wanda al abandonar su proyecto para el Edificio España. Aunque tanto la alcaldesa como su equipo han mostrado en público su confianza en que el proyecto siga hacia delante, el Consistorio está reuniendo datos sobre inversión extranjera y ha adelantado la liquidación de los presupuestos de 2015 prevista para marzo, que arroja un saldo positivo superior a los 500 millones de euros.

Esa doble actuación tiene como objetivo levantar un muro contra las posibles consecuencias que se deriven de lo que, tras meses de incertidumbre, es ya una realidad. La multinacional Wanda busca compradores para el edificio que adquirió hace dos años por 265 millones de euros, y en el que planeaba construir un centro comercial, un hotel y viviendas de lujo. JLL es la consultora que se va a encargar de la venta, según informa Efe.

El grupo inversor chino compró el inmueble al Banco Santander en 2014 y diseñó un proyecto para transformar el icónico edificio, pero se encontró con un importante escollo. La Comisión de Patrimonio, donde están representados Ayuntamiento y Comunidad de Madrid -que preside el órgano y tiene mayoría de representantes-, declaró que la fachada era un bien protegido.

El proyecto de Wanda requería tirar la fachada y volverla a levantar de nuevo, y así se lo hizo saber al Consistorio. La Comisión de Patrimonio no cedió y, apoyándose en dos informes técnicos, declaró que era viable “técnicamente, económicamente y en condiciones de seguridad”. El Ayuntamiento asegura que tras esos informes, en octubre de 2015, los inversores chinos se comprometieron a llevar a cabo las actuaciones sobre el edificio respetando los elementos protegidos.

Pero las obras no comenzaron nunca. Se sucedieron una serie de informaciones que apuntaban a que Wanda iba a abandonar el proyecto, mientras los responsables del grupo no terminaban de aclararlo y el Ayuntamiento de la capital insistía en que no tenían conocimiento de ello.

La semana pasada, cuando los rumores de que Wanda iba a vender el edificio eran más intensos, la alcaldesa y el concejal de de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo, salieron al paso con una rueda de prensa en la que aseguraron que se había hecho una nueva propuesta por parte del Consistorio para buscar una solución intermedia. La única respuesta oficial de la multinacional fue que estaban reconsiderando el proyecto por completo.

A pesar de la insistencia pública de Carmena y su equipo en que las negociaciones con Wanda continúan, el Ayuntamiento se prepara desde hace tiempo para contrarrestar con datos económicos la mala imagen que pueda provocar que un inversor de ese tamaño abandone un proyecto tan importante en la capital.

En ese sentido, la corporación municipal prepara un informe que recogerá los datos de inversión extranjera, del que ya se han adelantado algunos detalles. Según esos datos, la inversión extranjera en Madrid habría aumentado en 2.092 millones de euros en el tercer trimestre de 2015. De ese montante, un 75% corresponde, según el Consistorio, a la ciudad de Madrid en un periodo en el que ya estaba gobernada por el actual equipo municipal.

El informe, que previsiblemente se presentará en los próximos días, señala que ese aumento de la inversión supone una variación interanual del 71,9% respecto al mismo periodo de 2014, según los datos de la Dirección General de Transacciones Exteriores del Ministerio de Economía.

Hace una semana, cuando la portavoz del Ayuntamiento, Rita Maestre, adelantó esos datos, aseguró que desmontaban “la idea de que a este gobierno no le gustan las inversiones y que los inversores se alejan de la ciudad”.

Este jueves era el concejal de Economía y Hacienda, Carlos Sánchez Mato, el que restaba importancia a la inversión de Wanda comparándola con esos datos de negocios extranjeros en Madrid. Apuntaba que la multinacional china es sólo “un grupo más” y que el gasto que ha destinado al edificio España supone tan solo un 10% de la totalidad de la inversión extranjera en el tercer trimestre del año pasado.

Sánchez Mato hizo esa apreciación durante la presentación de la liquidación del presupuesto de 2015. El Ayuntamiento ha adelantado más de un mes esa liquidación, prevista para finales de marzo, y ha ofrecido algunos datos de esas cuentas cuando aún no son definitivas y están pendientes de aprobación por parte de la Junta de Gobierno.

La liquidación presupuestaria recoge que el Ayuntamiento cerró 2015 con un saldo positivo de 511 millones de euros, un aumento del 135,5% respecto a los presupuestos de 2014. Sánchez Mato puso el foco en que se había ingresado más y gastado menos de lo previsto inicialmente cuando se redactaron los presupuestos por parte de la anterior corporación.

El concejal de Hacienda señaló también que se han amortizado 1.058 millones de euros de deuda -871 en el segundo semestre-, que se ha cumplido con los objetivos de estabilidad y déficit y que se han reducido los plazos de pago a proveedores.

Además, el concejal de Economía señaló que, en consecuencia, el Consistorio dispone de un remanente de tesorería para destinar a inversiones sostenibles que asciende a 573 millones de euros, casi el doble del que dejó 2014.

Sánchez Mato, que en todo momento señaló que buena parte de esos datos eran atribuibles a la gestión de Ahora Madrid, destacó que la liquidación del presupuesto “era muy positiva”, en un nuevo esfuerzo del Ayuntamiento por poner el foco en su gestión económica ante las críticas que se deriven si se confirma la marcha de Wanda, especialmente por parte del PP y de Ciudadanos.

La portavoz de Ciudadanos, Begoña Villacís, ya ha acusado al Ayuntamiento de no ser “buenos negociadores” y de no dar seguridad a los inversores, lo que provoca que salgan “despavoridos”. La portavoz popular, Esperanza Aguirre, negó hace un par de semanas la existencia de informes técnicos sobre el edificio y consideró “gravísimo” que el Consistorio no diese permiso para derribar la fachada.

Mientras la oposición culpa al Ayuntamiento y este se defiende echando mano de los datos económicos, el edificio España aguarda a que un nuevo comprador ponga fin a una situación de bloqueo que dura ya varios años. Eso sí, Wanda tendrá difícil recuperar los 265 millones que pagó al Banco Santander, que había adquirido el edificio en 2005 por 389 millones de euros a Metrovacesa.