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La reincorporación de Cifuentes a la Complutense ya es efectiva a efectos de salario, aunque no tiene puesto asignado
Cristina Cifuentes ya se ha reincoporado a la Complutense. Al menos, en lo que a salario se refiere. La solicitud de la expresidenta de la Comunidad de Madrid ha tenido un efecto inmediato: ya empieza a acumular jornadas laborales para su próxima nómina. Sin embargo, Cifuentes no tiene aún un puesto específico asignado, a pesar de que el directorio de la institución la ubica desde este jueves en Gerencia del Rectorado.
Fuentes de la UCM aseguran a eldiario.es que esto es un “formalismo” y que aún se le debe asignar un puesto. “Una vez recibida la solicitud de reingreso, el sistema te asigna así automáticamente pero está pendiente de que la gerencia decida donde la ubica de acuerdo a su categoría profesional y a su perfil”, algo que sucederá, explican las mismas fuentes, “en los próximos días”.
Cifuentes estaba en situación de “servicios especiales” por excedencia por desempeño de cargo público. El miércoles pidió el reingreso a su plaza dentro del Cuerpo de Técnicos Superiores. El Estatuto del Empleado Público da dos meses al funcionario o funcionaria para hacer este trámite una vez cesa la actividad que motivó la excedencia.
Cifuentes entró en la Complutense como técnico B de Administración y Servicios en 1990 por turno libre y en 2001 ascendió a nivel A, cuyos sueldos, dependiendo el nivel y la antigüedad, rondan entre los 50.000 y los 100.000 euros anuales brutos en la actualidad.
Un tribunal con amigos
La expresidenta subió de categoría tras presentarse a unas oposiciones de promoción interna para incorporarse a la Escala de Técnicos de Gestión de la universidad. El aprobado se lo dio, como publicó eldiario.es, un tribunal en el que estaban al menos dos amigos, entre ellos un futuro cargo político de la Comunidad de Madrid, y hasta un implicado en el caso Gürtel.
Pero la expolítica lleva desde hace 25 años alejada de la universidad desempeñando cargos en la administración, primero como diputada en la Asamblea de Madrid, luego delegada del Gobierno y por último presidenta regional, cargo al que renunció el pasado 25 de abril tras la polémica por su máster en la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) en 2012.
