La saturación de las urgencias del hospital La Paz obligó a Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, a través del centro coordinador del SUMMA 112, a cortar las derivaciones de ambulancias durante la tarde y la noche del pasado jueves. Lo confirman los trabajadores del del centro y también fuentes de la dirección, que quitan importancia a la medida por ser “una cuestión de organización, nada extraordinario”.
Sanitarios del servicio aseguran que “hace años que no se tomaba esta determinación”, que limitó la entrada en urgencias a pacientes “críticos y personas que llegaron al centro por su propio pie”. Además, señalan que se movió a pacientes que ya estaban dentro a otros hospitales y que se “agilizaron” los ingresos para evitar el hacinamiento en las salas de urgencias, haciendo incluso compartir habitaciones de planta a pacientes que requerían aislamiento con otros que no, denuncian.
En los días anteriores y posteriores a este episodio, los enfermeros de urgencias han puesto en conocimiento de la justicia hasta en cuatro ocasiones en una semana, según CCOO, cómo se sobrepasa sistemáticamente el límite de seis pacientes por cada sala. “Esto no solo se traduce en una disminución del tiempo de atención a cada paciente en calidad, sino que aumenta el riesgo de cometer errores y retrasos” en la atención, expone uno de los escritos presentados. El último, entregado este martes, informa de la acumulación de 15 personas en la sala 1 y de 28 en la sala 2 la noche del 27 de noviembre.
“Creo que no recuerdo la última vez que tuvimos seis pacientes en cada sala”, dice un enfermero de urgencias que prefiere no dar su nombre. El trabajador relata que, para intentar desahogar el servicio, se ha abierto una sala más “sin tomas de oxígeno ni enchufes para meter ahí a otros ocho o diez pacientes”.
Cuatro contratos de 15 días
Otra de las medidas tomadas por el Gobierno de Cristina Cifuentes ha sido la contratación el pasado viernes, un día después del corte de entrada de ambulancias, de cuatro personas durante 15 días: dos enfermeras y dos auxiliares, según los sindicatos.
Fuentes del hospital aumentan ese número a diez pero no concretan ni el tipo de contratos ni las categorías profesionales de los trabajadores. En todo caso, estas incorporaciones se suman a una plantilla de 105 enfermeros y enfermeras y 86 auxiliares. Según el sindicato de enfermería Satse, la Consejería de Sanidad también se ha comprometido a contratar “al personal necesario cuando empiece el pico de la gripe”.
Los trabajadores aseguran que lo que ha pasado estos días no son “picos”, sino problemas “estructurales”. “El lunes es el peor día, venimos temblando porque siempre colapsa. Es una cuestión de falta de personal, pero también de material viejo y de que no hay espacio. Yo me traigo el tensiómetro de casa. Lo que les pedimos es que se dejen de chapuzas porque cada vez que esto sale en los medios contratan a unos cuantos para ver si nos callamos”, apunta un sanitario, que relata el uso sistemático de camillas “de emergencia” pensadas para situaciones excepcionales de muchos ingresos de golpe “como un accidente múltiple en la carretera, por ejemplo”.
“La urgencia está al límite constantemente”
“La urgencia está al límite constantemente. Se necesita en primer lugar una contratación de urgente de personal de todas las categorías que sea estable, no 15 días, incluidos celadores. Los trabajadores no pueden ofrecer un servicio adecuado si en una sala apilas a la gente. Es que no nos podemos ni mover”, denuncia Miguel Salas, delegado del Movimiento Asambleario de Trabajadores de la Sanidad (MATS) en La Paz. Desde CCOO comparten que “la situación es insostenible” y consideran que las contrataciones extra “son parches”.
Fuentes de la dirección del centro explican que los aumentos temporales de plantilla se hacen “en función de la demanda asistencial”. “Hemos reforzado el servicio en el hospital materno-infantil por bronquiolitis”, explican las mismas fuentes, que reconocen que “hace dos fines de semana hubo una sobrecarga de la actividad simultánea porque entraron muchos pacientes graves de golpe y eso no es habitual”. “Aún así, la urgencia estaba preparada, independientemente de algunos retrasos en la atención”, añaden.
El exconsejero de Sanidad Jesús Sánchez-Martos anunció en enero que su departamento iba a mejorar las instalaciones de las urgencias de La Paz transformando un antiguo quirófano en una zona de boxes donde cabrían 12 camas más y 30 sillones. Casi un año después, la anunciada remodelación no ha sido llevada a cabo.
El sindicato CSIT Unión de Trabajadores ha entregado este martes un escrito con 200 firmas de trabajadores de La Paz dirigido al consejero de Sanidad y al director general de Recursos Humanos de SERMAS para exigir un aumento de la plantilla. En él explican que el servicio requeriría, por el volumen de atenciones, la contratación de 12 enfermeros y enfermeras, 12 auxiliares y 10 celadores y celadoras.