La información sobre que Isabel Díaz Ayuso había otorgado a dedo un contrato de 1,5 millones de euros a un empresario amigo de su hermano motivó una serie de movimientos internos en el PP para tratar de determinar si hubo irregularidades. Según algunos medios, incluso se intentó contactar con una empresa de espionaje. En paralelo, los intentos de la oposición de pedir explicaciones sobre ese tema fueron cortados de raíz en la Asamblea de Madrid.
El pasado 11 de noviembre se celebró un pleno monográfico sobre la contratación de emergencia del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso durante la pandemia. La diputado del PSOE Carmen López dijo: “Dedíquense ustedes al hermano de la señora Ayuso, que sí que se dedica a ir por los hospitales a sugerir a las unidades de contratación a qué empresa hay que contratar”.
En ese momento, la presidenta del Parlamento regional, María Eugenia Carballedo –del Partido Popular–, la interrumpe, la llama al orden y le dice que retire sus palabras sobre el hermano de la presidenta regional del diario de sesiones. López se niega y acaba expulsada. La actitud de Carballedo en defensa de Ayuso indignó a toda la oposición, incluido a Vox, que terminaron abandonando en bloque el hemiciclo.
Previo a la llegada de a este momento, la presidenta de la Cámara de Vallecas había afeado a Carmen López que hiciera una “alusión directa” al familiar de un diputado de la Asamblea, en referencia al hermano de Isabel Díaz Ayuso. “Lo está haciendo, además, no con palabras amables, sino con palabras muy graves. No se me ocurre nada más en contra de lo que son las reglas de la cortesía parlamentaria. Todos los diputados tenemos el deber, porque así lo mandata el reglamento, de adecuar nuestra conducta a las reglas de la cortesía parlamentaria”, reprochó Carballedo.
Carballedo no terminaba ahí sus reproches a la diputada socialista: la llamaba al orden y le instaba “no solo a que no insista en una acusación de tal calibre sino que retire esa acusación”. Irene Lozano, diputada socialista, pedía entonces desde su butaca respeto por la “libertad” y era también llamada al orden por parte de Carballedo.
“Presidenta, no lo voy a retirar, y me gustaría que la misma actitud que tiene usted aquí hoy la tuviera usted hoy con la presidenta de la Comunidad que nos insulta...”, contestó López, lo que provocó que la presidenta de la Cámara autonómica la llamase al orden dos veces más, lo que, según el reglamento, constituye la expulsión del Pleno. La diputada socialista se negó a abandonar el hemiciclo y provocó que Carballedo pidiera a los servicios de la Cámara que la acompañasen fuera.
Llegado a ese punto, todos los grupos parlamentarios de la oposición decidieron abandonar el Pleno, incluido Vox. El PP se quedó solo, con la mitad del Pleno vacío.